Confesión
Tamara Falcó habla claro sobre su matrimonio con Íñigo Onieva: "Hay que tirar del carro"
No es la primera vez que la marquesa indica que la relación es un ejercicio constante de paciencia y que no siempre es fácil seguir el mismo camino
El próximo julio Tamara Falcó e Íñigo Onieva cumplirán su primer año de casados, y contra todo pronóstico parece que su matrimonio va viento en popa. Su camino hacia el altar no fue de rosas, pero han conseguido enterrar los problemas del pasado y construir una relación fuerte y consolidada. La paciencia, según ha desvelado la propia marquesa de Griñón en varias ocasiones, ha sido la clave.
"Antes podíamos pelearnos y terminar con todo, pero ahora no porque esto es para toda la vida. Estamos obligados a reconciliarnos", comentó en una de las jornadas de la Mercedes-Benz Fashion de Week de Madrid a las que acude como diseñadora de Pedro del Hierro.
Ahora, en su regreso a las cocinas de "MasterChef", el programa en el que se alzó ganadora en una de las ediciones anteriores, Tamara Falcó ha vuelto a sincerarse sobre su matrimonio con Onieva, dejando claro que no siempre es fácil y que se trata de una carrera de fondo en la que han de sumar esfuerzos. "Es como un coche de caballos. Cada uno está acostumbrado a lo suyo. Y de repente los juntan y hay que tirar del carro. Claro, se tienen que acostumbrar a andar al mismo paso", señaló la chef, titulada por la Escuela de alta cocina Le Cordon Bleu de Madrid.
A pesar de su experiencia en los fogones, Falcó confesó también que en casa apenas utiliza su cocina de diseño porque ella y Onieva se han sumado a una de las últimas tendencias a la hora de perder peso, el ayuno intermitente. Además, cuando sí comen o cenan, son más de salir fuera.
"Cocino poquito. La verdad es que hacemos ayuno dos días por semana. Y el resto, a Iñigo le encantan los restaurantes. Va a abrir ahora el suyo. Antes que yo, ¿te lo puedes creer?", explicó la marquesa.
Se refiere al restaurante Casa Salesas, un local que Onieva regenta junto a otros rostros conocidos como "El Turronero" o Iván Espinosa de los Monteros en pleno centro de Madrid. Se trata de una propuesta vanguardista que aúna alta cocina con coctelería de autor, reuniendo en un solo espacio diferentes opciones para el cliente.
Pese a la buena nota que ha logrado el restaurante en las reseñas de Google, un 4 sobre 5, el crítico gastronómico Alberto Deluna no ha sido nada benevolente con el nuevo negocio de Onieva, del que destaca dos platos "infames": el pepito y el risotto, además de un servicio "lentísimo" y un sistema deficiente de extracción de humos que hace que todo el local "apeste a brasa".