Lo que hizo Carmen Otte con su vestido de novia en un arrebato tras el plantón de Juan Ortega

Juan Ortega se ha convertido, sin quererlo, en protagonista de la crónica social después de que decidiese plantar a su novia, Carmen Otte, en el altar tan solo una hora antes de dar comienzo la ceremonia. El revuelo fue mayúsculo, pues muchos de sus 500 invitados ya aguardaban a las puertas de la iglesia de Jerez de la Frontera para asistir al que pensaban que sería el día más feliz de sus vidas. No pudo ser. El torero telefoneó a la que estaba llamada a ser su mujer para expresarle sus dudas, supuestamente después de haber mantenido una discusión con su suegro y tras celebrar la fiesta de preboda con familiares y amigos que se despidieron con un “mañana nos vemos”. Las informaciones sobre lo que sucedió aquel fatídico día llegan a cuentagotas, pues los protagonistas han blindado su entorno para proteger su intimidad, aunque poco a poco se van desvelando nuevos detalles, como qué hizo la novia con su vestido nupcial tras saber que el torero había decidido cancelar la boda in extremis.

El vestido de novia es uno de los principales gastos de cualquier boda que se precie, aunque también hay que contar con la decoración, el banquete, la música en directo, el Dj contratado… la deuda asciende a 90.000 euros. Él ya está haciendo lo imposible para hacer frente al pago en solitario y es que nada puede ser reutilizado. Tampoco el vestido, que sufrió las consecuencias del primer arrebato de Carmen Otte al verse plantada por el que iba a ser su marido tan solo unos minutos más tarde. Y es que la joven, que se encontraba ultimando los detalles del maquillaje, el peinado y los complementos, mientras el vestido, el secreto mejor guardado de toda boda que se precie, salió volando por la ventana.

La cardióloga, presa de un ataque de nervios, decidió descolgar el vestido de novia que aguardaba en una percha a ser estrenado y lo lanzó por la ventana. Tal y como han destacado desde ‘Libertad Digital’, este cayó en un patio interior que pertenece a unos vecinos que no se encontraban en su domicilio. Esto imposibilitó que pudiesen recuperarlo hasta transcurridas varias horas, quedando tendido en el suelo a la intemperie sin que nadie pudiese hacer nada para rescatarlo.

Como cabría esperar, Carmen Otte estaba “destrozada”. Ha pasado una semana, pero sigue mal, “no para de llorar”, como así afirman desde su entorno más directo. En un primero momento se refugió en casa de sus padres, pero al final, atendiendo a los consejos de sus familiares y amigos, decidió poner tierra de por medio. Así lo asegura el periodista Kike Calleja, que desvela que la joven ha decidido viajar a Buenos Aires, Argentina, donde tenía previsto viajar en su luna de miel con Juan Ortega. En su lugar lo hace con una amiga, aprovechando que todo estaba pagado y la distancia de la polémica puede ayudarle a encontrar cierta paz en medio de tan convulsos momentos para ella.