Fashion Week
París sigue siendo territorio dorado de príncipes y princesas
Alessandra de Osma, Zita d´Hauteville o Coco Rocha brillan la fiesta más VIP
La Place Vendôme es durante el año uno de los lugares imprescindibles para todos los turistas que acuden a disfrutar de París. Pero, durante los días de la fashion week, el ambiente calmado que suele reinar allí se transforma por completo. Sin ir más lejos, la semana pasada aquello se convirtió en un hervidero de gente y, sobre todo, de carreras y chillos. ¿A qué esperaba la multitud formada en las puertas del hotel Ritz? Unos decían que por ahí iba a salir Rosalía (que, efectivamente, se alojaba en el hotel) camino de los desfiles de ACNE y Dior. Otros, que había una familia real árabe. A la vez, en las esquinas, se observaba a jóvenes aspirantes a influencers hacerse fotos con los looks más rimbombantes: debajo de la chaqueta, se ocultaba un mini vestido de lentejuelas que dejaban a la vista en cuanto sabían que su amigo fotógrafo tenía ya estudiado el ángulo.
Lejos de ese trasiego, el martes se observaba por las ventanas de la casa Chaumet (en la misma plaza) como los impresionantes techos de la que fuera la última residencia de Frederic Chopinse iluminaban de todo tipo de colores en lo que se adivinaba era una fiesta reservada a los clientes más exclusivos de la firma francesa, la que, por cierto, puso de moda la plaza como sede de las casa de alta joyería más importantes del mundo.
En la primera planta,Chaumetpresentaba su exposición-homenaje a la década de los setenta: en ‘Un agente d’or’ (abierta hasta el 5 de noviembre) recuperan las creaciones que hizo la firma durante aquella década, unos diseños que se alejaron de los postulados tradicionales para, como hacían Rabanne o Courrèges en la moda, experimentar otros campos.
Orgullosa de aquella muestra se encontrabaZita d’Hauteville, la novia de Jean Arnault, uno de los herederos del imperio LVMH que incluye, claro está, Chaumet. Vestía la hija de los condes d’Hauteville un conjunto en rosa de Dior, haciendo por tanto patria de las empresas que le pertenecen a su chico. Otra que también lucía un diseño de la maison francesa eraAlessandra de Osma, aunque merecía la pena más fijarse en el broche que llevaba prendido del pecho: una de las joyas más espectaculares que se vieron esa noche. Se trataba de una espiga de trigo en oro donde los granos en diamantes.
De Osma y su nueva niña
De Osma parece saber desarrollar muy bien su papel de royal y departía con amabilidad con todo el que se encontraba y, también, lucía embarazo. La mujer de Christian de Hannover está casi de cuatro meses y espera una niña. Ellas eran solo dos de las invitadas a esta reunión de princesas de todo tipo: las había nobles, como De Osma; económicas, como Zita; y también de las redes sociales. Las españolas Alex Rivière o Blanca Miró (que se fue directa de la fiesta al aeropuerto para dormir en casa) acumulan millones de seguidores los que las convierte en unas verdaderas reinas de las redes sociales, como le sucede también a Pelayo Díaz. Él, de hecho, lleva lo de príncipe hasta en su nombre: Prince Pelayo es, para aquellos que no tengan memoria, el nombre con el que se presentaba cuando solo era una estrella del fotolog.
Aunque de todos ellos las que mejor supo lidiar con los focos fue la top Coco Rocha. Enfundada en un impresionante mono azul, posaba como princesa del pasarela en cualquier esquina de aquel hôtel particulier, dejando claro que si había que heredar la corona, ella iba primero.
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