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Palito Dominguín, harta de que la cuestionen por su "maldito" apellido: "Me siento como una mierda"

La artista estalla contra los que la acusan de vivir de su familia y de la fama que tiene prácticamente desde que nació

Palito Dominguín en una imagen de archivo
Palito Dominguín en una imagen de archivoGtres

No seamos hipócritas. Nacer en una de las familias más conocidas del país acarrea muchas ventajas y facilidades. Algunos caminos se hacen más cortos y el abanico de posibilidades suele ser bastante más amplio que el de cualquier persona sin rancio abolengo. Pero también conlleva una parte negativa, tal y como Palito Dominguín acaba de exponer en sus redes sociales.

La hija de Lucía Dominguín y sobrina de Miguel Bosé se gana la vida como modelo y artista multidisciplinar, seguramente una profesión que ha alcanzado gracias a las facilidades con las que siempre ha contado, aunque también por su talento. La joven ha mostrado su hartazgo por sentirse cuestionada todo el rato. Algunos usuarios menosprecian su trabajo y aseguran que si no tuviera su apellido no habría podido dedicarse a cultivar sus pasiones.

“No voy a entrar a saco porque es caer en un bucle absurdo, pero si vais a meteros en mi Instagram -cuando lo único que hago es compartir lo que me apasiona- para decirme que nada de lo que hago tiene ningún crédito porque tengo un puñetero apellido, podéis ahorraros ese pensamiento”, comienza diciendo la artista.

Palito Dominguín avisa de que ese tipo de comentarios pueden pasar factura a la salud mental de cualquiera, y tan solo pide que todos a los que no les gusta su trabajo se abstengan de criticarla solo por su linaje: “Por favor, dejadme en paz, porque vivir toda una vida con gente diciéndote que nada de lo que haces te lo has ganado tú, que hay gente mejor que tú, que no sabes lo que es trabajar, que vives en ‘Los mundos de Yupi’, que no sabes lo que es sufrir, al final te puede romper porque te sientes como una mierda”.

La hija de Lucía Dominguín explica que, “como cualquier ser humano”, tan solo intenta “superar cada día como puedo, intentando seguir mis creencias y defendiendo lo que amo”. Además, insiste en que venir de una familia conocida no lo es todo y que, como el resto del mundo, ella también pelea por perseguir sus sueños: “Yo nunca he cogido la vida fácil, y los que me criticáis no os lo podéis ni imaginar, porque no conocéis nada absolutamente de mi vida ni de los escalones que tengo que saltar cada día”.

Dominguín concluye su mensaje expresando que está “harta” y lanzando una contundente petición a todos sus haters: “Dejadme en paz”. También da las gracias a todos los que sí le muestran su apoyo y tirando de ironía recuerda que su apellido “no es Rockefeller”.