Polémica
Makoke a su casa: "No me han echado a la calle"
La colaboradora de televisión confirma que "un fondo buitre" ha comprado la deuda que pesaba sobre su vivienda, pero le permiten seguir viviendo en ella
"Makoke a la calle". Estas han sido las palabras más repetidas en las últimas horas después de que una revista publicara que la colaboradora televisiva se había visto obligada a abandonar su casa de La Finca por la millonaria deuda que pesaba sobre ella. El magacín incluso publicaba unas fotografías de un camión de mudanzas recogiendo sus supuestos enseres y adelantaba que ya se había mudado bajo el techo de su pareja, Gonzalo.
Nada más lejos de la realidad, ahora Makoke ha roto su silencio en "Así es la vida" y ha despejado algunas incógnitas sobre su supuesto desahucio. "Me han mandado muchos mensajes de 'Makoke a la calle', pero la verdad es que no. Que yo estoy en mi casa y no me ha echado nadie", ha comenzado diciendo.
De hecho, ha explicado que la revista que publicó las fotografías de la supuesta mudanza se ha equivocado y que en realidad se trataba de los enseres de un vecino suyo que deja la urbanización. Sobre el hecho de que se ha ido a vivir con su pareja, Makoke recalca: "Es verdad que duermo muchas noches en su casa y hago vida allí, pero yo estoy en mi casa. No he dejado mi casa".
Lo que sí ha confirmado Makoke es que un fondo de inversión, conocidos como fondos buitre, ha comprado al banco la deuda hipotecaria que pesaba sobre la vivienda, pero se mantiene en contacto con la sociedad y, de momento, se le permite seguir viviendo en su casa.
"Me ha comprado la deuda un fondo de inversión que se dedica a comprar hipotecas impagadas y estoy en un buen entendimiento con ellos, estoy hablando con ellos, y ahora en vez de al banco, le pago al fondo buitre".
Sobre su millonaria deuda con el banco y Hacienda, Makoke ha recordado lo mal que lo ha pasado a lo largo de todos estos años, en los que incluso ha tenido que pedir dinero a sus seres queridos. Sus cuentas eran embargadas constantemente y se ha llegado a ver sin liquidez para sus gastos más básicos.
"He estado cuatro años con una soga al cuello, ha sido una situación límite y desesperante he tenido que luchar mucho. Vivir con todo embargado es muy difícil, he llorado mucho”, ha lamentado la tertuliana, aunque matiza que "eso ya es pasado" y se muestra optimista respecto a su futuro fiscal.
Una fuente cercana confirma a LA RAZÓN que la deuda hipotecaria de la casa ha sido comprada por una empresa vinculada a alguien muy cercano a la colaboradora de "Así es la vida".
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