
Obituario
Lágrimas de sal por la muerte de Felipe Campuzano
El pianista gaditano, compositor de temas muy populares en los 70 y 80, ha muerto a los 79 años en su casa de Marbella

En plenos carnavales de Cádiz –de los que fue pregonero– ha muerto, a los 79 años de edad, uno de los hijos ilustres de la ciudad: el pianista Felipe Campuzano. Que, aunque nació en Palma de Mallorca accidentalmente, como dijo Antonio Burgos , «los gaditanos nacen donde les da la gana». El compositor andaluz ha pulsado su última tecla a 177 kilómetros de su Tacita de Plata, en la ciudad de Marbella, donde residía desde hace un tiempo.
Campuzano fue principalmente reconocido por sus obras pioneras en las que fusionó el piano con el flamenco; en compañía del guitarrista Rafael Morales, a finales de los años 70 se embarcó en una serie inacabada, «Andalucía sentimental», en la que se propuso musicar cada una de las 8 provincias andaluzas: de las tres piezas que grabaron finalmente, para Sevilla, Jaén y Cádiz, la que dedica a su tierra, «Las Salinas», es su composición más destacada: cuatro minutos deliciosos que huelen a la sal de las marismas de La Isla de León, de Chiclana, de la Bahía en general.
También se desempeñó este músico de la Baja Andalucía como compositor y arreglista de música popular. Así, a comienzos de los años 70, de su piano salieron composiciones tan populares como «Amigo conductor» –un himno a la prudencia en la carretera más efectivo que cualquier anuncio de la DGT– o el que hoy sería lógicamente considerado un tema machista, «La minifalda»: «No me gusta que a los toros te pongas la minifalda», cantaba Manolo Escobar, aunque en un principio, tanto esta canción como la del conductor fueron hechas para la cantaora Perlita de Huelva.

Otras composiciones bastante sonadas tras las que estuvo el pianista gaditano fueron «Achilipú» y «Te estoy amando locamente», que popularizaron Las Grecas, y que sentaron las bases del pop-rock andaluz junto a los grupos emergentes de entonces: Triana, Alameda, Medina Azahara, y otros tantos.
Un prodigio de la música
Fue Campuzano lo que se conoce como un niño prodigio. Comenzó muy joven sus estudios de solfeo y piano en el Conservatorio de Música de Cádiz, estudios que posteriormente terminaría en Madrid. En su juventud fue galardonado con diversos premios interpretativos, como el Premio Internacional de Arte Sagitario de Oro o el primer premio en el certamen de piano Manuel de Falla celebrado en su ciudad natal.
«Gaditano de nacimiento y de corazón», que hasta tocó el piano en la Madrugá del Jueves Santo al paso del Nazareno «Greñúo», Felipe Campuzano pretendía celebrar a lo grande sus 50 años en la música con una antología de toda su carrera musical, cinco décadas de premios que dieron para mucho, desde componer los temas más famosos de los años 70 de nuestro país a su último trabajo, un disco sobre el mar dedicado al buque escuela Juan Sebastián de Elcano y a Juan de Borbón, del que fue amigo personal.
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