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Gloria Camila ingresa en el hospital para ser operada
La hija de Ortega Cano está a punto de someterse a una intervención estética
El tabú que antaño pesaba sobre los retoques estéticos se reduce a cada día que pasa y cada vez son más los que no solo no ocultan que se han sometido a algún tratamiento, sino que presumen de ello con orgullo. Tal es el caso de Gloria Camila Ortega, la hija del torero José Ortega Cano y Rocío Jurado, que suele compartir a través de sus redes sociales todos los procesos por los que ha pasado para estar más contenta con la imagen que se refleja en el espejo.
El último consiste en una operación de pecho. La joven ya pasó por quirófano hace años para aumentar el tamaño de sus senos, pero con el paso del tiempo se ha dado cuenta de que no está contenta al 100 % con los resultados. Por lo visto, las cicatrices resultantes de aquella intervención son más visibles de lo que le gustaría, y ahora prefiere un acabado más natural y discreto.
"Hace años me operé el pecho y no quedé nada contenta con el resultado, pero ha llegado el momento de ponerle solución. Voy a rediseñar mi escote", confesó hace unos meses ante sus más de 800.000 seguidores de Instagram. Tras someterse a un exhaustivo estudio y un diseño de pecho, Gloria Camila se ha puesto en manos de su clínica estética de confianza para volver a operarse, y este mismo jueves 9 de abril ha ingresado en el hospital.
"Es hoy", ha dicho en su cuenta de Instagram, junto a una foto en la que aparece tumbada en la camilla y luciendo el pijama de hospital.
Se trata de una cirugía rápida y sencilla, por lo que Gloria Camila podría ser dada de alta este mismo viernes si todo va bien.
Este es el segundo retoque al que la influencer se somete en cuestión de pocas semanas, aunque el primero fue mucho menos invasivo que una intervención quirúrgica.
Consistió en una reducción de papada o, tal y como se conoce ahora, del "cuello smartphone". El continuo uso de los teléfonos móviles obliga a mantener la cabeza inclinada hacia abajo, un gesto con el que aparece un molesto michelín entre la barbilla y el cuello.
"Me voy a hacer una mesoterapia en la papada que actúa como un lipolítico para disolver la grasa que se contiene aquí", explicó sobre su tratamiento estético. Tal y como indican desde la propia clínica, el procedimiento consiste en inyectar "un cóctel lipolítico" personalizado: "Los porcentajes y ácidos se adaptan a las características del paciente, para que el impacto en los adipocitos localizados sea efectivo y consiga destruirlos".
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