Joyas
Teodora de Grecia continuará la tradición de la tiara Khedive de Egipto
Creada por Cartier, es la que lucieron las reinas Margarita de Suecia y Ana María de Grecia en sus bodas
Tras tener que posponer tres veces su matrimonio, por fin Teodora de Grecia va a poder dar el sí quiero a su novio, el americano de origen indio Matthew Kumar, en la catedral metropolitana de Atenas. Y si bien es cierto que no se espera un desfile de royals como en la boda de su hermano Pablo con Marie Chantal, sí que lucirá en la cabeza una joya digna de reinas.
Se trata de la tiara Khedive de Egipto, un diseño de 1904 de la firma de joyas Cartier, una de las más prestigiosas del mundo, que está muy unida a la familias reales danesa y griega y, más en especial, a las descendientes de la princesa heredera Margarita de Connaught. Fue ella la primera en lucir este diseño en diamantes y platino, un regalo procedente del gobernador de Egipto que tuvo a bien sorprenderla con esta joya.
La razón de tal presente se debe a que fue en El Cairo donde Margarita y Gustavo VI de Suecia se conocieron. La sobrina de Eduardo VII del Reino Unido acompañó a sus padres hasta el país africano con motivo del aniversario del virrey Abbas. Allí la familia pretendía ennoviar a su hermana, la princesa Patricia, con el futuro rey de Suecia, pero este, en cambio, se fijó en Margarita y, a las cuatro semanas de conocerse, le pidió matrimonio, casándose la joven pareja en el castillo de Windsor al año siguiente.
Una joya para la posteridad
Margarita falleció en 1920 sin llegar a ser coronada reina de Suecia, pero sí dejó para la posteridad esta joya que han lucido en la cabeza sus nietas, la reina Margarita de Suecia y la reina Ana María de Grecia, así como su hija Alexia.
Tras el fallecimiento de la reina Ingrid, fue la mujer de Constantino y cuñada de la reina Sofía quien heredó en el año 2000 esta pieza, pasando así a formar parte de la amplia colección de joyas que posee la familia real helena. Con una boda de menor relumbrón royal que la de sus hermanos, Teodora parece haber decidido que al menos las joyas que luzca sí sean propias de una novia de una familia real europea.
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