Casa Real
La gran boda griega de Teodora de Grecia y el incierto cónclave Borbón
Máxima expectación ante el esperado enlace en Atenas de la hija menor del rey Constantino
Nos encantan los finales felices y una gran boda sin lluvia que arruine los vestidos, como la que por fin tendrán la princesa Teodora de Grecia y el abogado Matthew Kumar, el 28 de septiembre en Atenas. No más contratiempos. Puesto que la previsión meteorológica anticipa un día radiante, nos ahorraremos los huevos a Santa Clara, pero soltaremos dos palomas blancas, encenderemos candiles en los lirios y colocaremos una moneda de plata y otra de oro en cada zapato. Lo que sea preciso con tal de atraer la buena suerte para esta pareja que ha superado la arriesgada prueba de la espera.
El enlace pone el lazo a una bella historia de amor que nació en 2016, en Estados Unidos. La hija menor de Constantino y Ana María de Grecia se encontraba probando suerte como actriz cuando conoció a su prometido, un abogado de ascendencia hindú nacido en Los Ángeles. Su discreta relación saltó a la prensa cuando llegaron con los tradicionales «sari» y «dhoti» a la boda de unos amigos. En 2018 anunciaron su compromiso y la prudente Teodora quiso compartir su felicidad con una foto junto a Matthew ante el Puente de la Torre londinense y la frase «No puedo esperar para casarme con este hombre maravilloso». No intuyó que los hados se entrometerían truncando su planes.
La boda, inicialmente prevista para 2020, se canceló por la pandemia. La programaron por segunda vez, pero su hermano Felipe se adelantó y fijaron una nueva fecha, primavera de 2023, que volvió a malograrse por la muerte del rey Constantino. Esta vez sí, por fin, la novia caminará hacia el altar de la catedral metropolitana de Atenas y habrá juramento eterno de amor en una ceremonia cargada de recuerdo.
En este templo ortodoxo ubicado en el casco histórico de la ciudad contrajeron matrimonio los padres de Teodora; también los reyes Juan Carlos I y Sofía, en 1962, y Felipe de Grecia y la multimillonaria Nina Florhr, en 2021. Esta última fue la primera boda real celebrada en la capital helena en seis décadas. Entre los invitados se encontraban Doña Sofía y la Infanta Elena.
¿Habrá reencuentro?
Está prevista la asistencia de las tías paternas de Teodora, Sofía e Irene, y de sus primas Cristina y Elena. Se desconoce si acudirán los Reyes. Tampoco está confirmada la presencia de Don Juan Carlos, a pesar de su estupenda relación con la familia. De ser así, la boda motivaría un nuevo reencuentro de los cuatro reyes en Atenas, como ocurrió en enero de 2023 en el funeral de Constantino. Sería, por otra parte, la tercera coincidencia en el último mes.
Unos 250 invitados arroparán a la pareja y, según ha revelado la prensa local, serán recibidos por Ana María en una magnífica fiesta, con cena y música en directo, que ha organizado en Villa Ilissia. En este emblemático palacio, hoy sede del Museo Bizantino y Cristiano, residió la duquesa Sophie de Marbois-Lebrun. La cuñada de Doña Sofía lo ha alquilado un par de días por 15.000 euros. En los últimos días han ido trascendiendo detalles como el elegante diseño de las invitaciones, con letras blancas sobre fondo negro. La hija del último rey de los helenos ha confiado su vestido a Celia Krithariotis, diseñadora griega cercana a la familia que también ha confeccionado el traje de Ana María. Si no hay sorpresa, lucirá la tiara de Cartier que el Khedive de Egipto regaló a la princesa Margarita de Connaught para su boda con Gustavo VI Adolfo de Suecia. La heredó la reina Ingrid de Dinamarca, abuela de la contrayente. También se espera que lleve el velo de encaje irlandés de su bisabuela Margarita de Connaught. No caminará de la mano de su padre, pero tiene a su hermano el príncipe Pablo que ocupará orgulloso su lugar.
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