Mette-Marit se rompe en público tras las polémicas de su hijo mayor, Marius Borg

Las polémicas protagonizadas por Marius Borg desde el pasado mes de agosto han colocado a la Corona noruega en el punto de mira. Y aunque Mette-Marit ha tratado de guardar silencio, la procesión iba por dentro. Esta semana, la esposa de Haakon de Noruega ha participado en tres actos públicos en los que ha llamado la atención su especial sensibilidad, llegando a romperse en público.

La primera de ellas se producía en el concierto de un coro navideño en la Catedral de Oslo. La princesa no pudo evitar las lágrimas al escuchar la música y, sentada en primera fila, se la vio llorar en varios momentos, a pesar de que trataba de disimular y limpiar las lágrimas.

Al día siguiente acudió a un nuevo acto, en esta ocasión acompañada del príncipe Haakon. Durante una visita a un centro de mayores, la prensa se percató de lo fuertemente que Mette-Marit agarraba la mano del príncipe heredero, una actitud poco corriente entre la realeza, y que los expertos han calificado de deseo de protección, apoyo y guía.

El tercer acto se producía con la presencia de toda la familia al completo, con la única ausencia de Marius. Haakon y Mette-Marit, acompañados de sus hijos Ingrid y Sverre Magnus, ejercieron como anfitriones en un concierto de Navidad en el Palacio Real. Quizá fue el ambiente navideño o el orgullo por ver a sus hijos en el escenario presentando a los invitados, la mayoría voluntarios y trabajadores sociales, pero la realidad es que Mette-Marit apenas pudo evitar la emoción, tal y como se pudo ver en las cámaras de NRK, la televisión noruega que se encargó de la emisión.

Una semana cargada de actos y de emociones tras cuatro meses en los que el joven Marius Borg ha llevado a la Corona al límite de su reputación.