
Nueva polémica
Mette-Marit, todo sonrisas mientras su hijo se escapa del centro de rehabilitación y complica aún más su vida
La princesa no sabe ya qué hacer con su hijo, acusado de violencia de género y tres delitos de violación. Mientras tanto, ella y su marido se van al fútbol

La princesa Meete-Maritha querido dar una imagen de normalidad y felicidad familiar en medio del escándalo. Su intención quizá fuese bienintencionada, pues después de cerca de un mes alejada de las tareas de representación de la Casa, la agenda oficial vuelve a recibirla. Su salud le ha jugado una nueva mala pasada, después de someterse a otro tratamiento contra la fibrosis pulmonar crónica que padece. El tratamiento debilita su organismo y los efectos secundarios son incompatibles con el trabajo, por lo que ha permanecido centrada en su salud estas últimas semanas. También en su hijo, Marius Borg, quien no ha hecho más que darle quebraderos de cabeza en tan delicado momento de salud. ¿El último? Rizando más el rizo y elevando el escándalo a un nuevo nivel, ha huido del centro de rehabilitación en el que se encontrabapara saltarse la orden de alejamiento impuesta contra una de sus exnovias.

Mientras esto se producía, la princesa Mette-Marit y el príncipe Haakon de Noruega habían almorzado con los obispos de su país en el Palacio Real de Oslo. Después de este encuentro, remataron la jornada con una tarde en el fútbol. Disfrutaron de la final de la Copa de Noruega en el estadio Ullevaal, donde se enfrentaban el Fredrikstad FK contra el Molde, resultando el primero de ellos vencedor del partido. Los príncipes herederos estaban eufóricos desde la grada presidencial del estadio, donde se desviaban de forma recurrente las miradas. Y es que no todos comprendían cómo podían estar ahí, como si nada estuviese pasando entre los muros de palacio y que tan preocupados mantienen a todos sus miembros.

Marius Borg lleva meses en la cresta de la ola informativa a golpe de escándalos. En su país no dan crédito con lo que se va publicando semana a semana, llevándose las manos a la cabeza con cada titular. Todo comenzó con su detención por un delito de violencia de género contra su novia, quien terminó en el hospital con una contusión cerebral, además de la casa destrozada con cuchillos clavados en la pared. Después se sumó otra exnovia a denunciar que sufrió la misma suerte. Ambas tienen órdenes de alejamiento que el primogénito de la princesa noruega se ha saltado en varias ocasiones. También se sospecha que podría haber contratado un asesino a sueldo para liquidar a una de sus ex, que decidió huir del país por miedo a que finalmente las amenazas de muerte se materialicen. Él excusa su comportamiento por sus problemas mentales y sus numerosas adicciones, las cuales le llevaron la semana pasada a un centro de rehabilitación, tras haber estado unos días en prisión preventiva por tres acusaciones de violación. El mismo centro del que se acaba de escapar para saltarse una vez más la orden de alejamiento. No deja de dificultar aún más su destino judicial.
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