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Carlos III fuerza al príncipe Andrés a desalojar su casa de Windsor

En Royal Lodge también reside Sarah Ferguson

El príncipe Andrés y Carlos III de Inglaterra
El príncipe Andrés y Carlos III de InglaterraGtres

El rey Carlos III ha tomado una decisión radical con el objetivo de lograr el desalojo del príncipe Andrés de Royal Lodge. Una cuestión que lleva persiguiendo el monarca desde hace más de un año. Este pasado fin de semana, el hijo de la fallecida reina Isabel II ha despedido al equipo de seguridad privada de Andrés de York, compuesto por diez personas a los que, según publica The Sun, se les ha informado de que sus servicios ya no serán necesarios a partir del próximo mes de octubre.

Con esta medida, Carlos III pretende ejercer una mayor presión para que su hermano abandone la residencia de Windsor en la que también vive su ex mujer, Sarah Ferguson. De seguir ocupándola será el propio Andrés de Inglaterra quien se tenga que hacer cargo de los gastos de seguridad de la misma. Algo, en principio, inviable.

El príncipe Andrés en Royal Lodge
El príncipe Andrés en Royal LodgeSteve ParsonsAgencia AP

Fue el pasado mes de enero cuando el monarca le pidió que se trasladara a Frogmore Cottage, la vivienda que sirvió de residencia al príncipe Harry y a su esposa, Meghan Markle, hasta el nacimiento del primero de sus hijos, Archie Harrelson. El rey considera que el inmueble, más modesto, se ajusta más a las necesidades y el status que el duque de York ocupa en la familia real británica. Andrés se niega a obedecer.

Frogmore Cottage
Frogmore CottageSteve ParsonsAgencia AP

En 2019, el príncipe Andrés tuvo que abandonar sus deberes reales como miembro oficial de la familia real al verse implicado con el caso Epstein y los abusos sexuales contra Virginia Giuffre, a quien más tarde accedió a pagar una millonaria cantidad para poner fin a la demanda civil que ésta había presentado contra él.

Según publica hoy el Telegraph su contrato de arrendamiento le permite permanecer en la Royal Lodge hasta 2079, pero se le exige mantener la residencia sin el apoyo económico de su hermano mayor, algo que a día de hoy no parece ser posible.