Carla Vigo, sobrina de la Reina Letizia, adopta un abuelo

Los miembros de la Familia Real suelen mostrar su férreo compromiso con las causas sociales y la mayor parte de su agenda consiste en visibilizar los proyectos que pueden ayudar a mejorar la vida de los demás. Algunos de sus parientes siguen su ejemplo y hacen lo propio en la medida de sus posibilidades, como es el caso de la infanta Elena, que acaba de presentar el nuevo proyecto de cooperación del Colegio de Médicos de Huelva; o Simoneta Gómez-Acebo, uno de los rostros que más se implica en el mercadillo solidario de Nuevo Futuro.

La última en mostrar su lado más solidario ha sido Carla Vigo, sobrina de la Reina Letizia, que se ha involucrado en un bonito movimiento que consiste en acabar con la soledad no deseada que sufren muchas personas mayores. A través de sus redes sociales, la joven ha invitado a sus más de 30.000 seguidores que se unan a la causa de Adopta un Abuelo, una organización cuyos objetivos principales son "rendir tributo a las personas mayores y posicionarlas en el lugar que merecen, crear experiencias transformadoras que supongan un punto de inflexión en la vida de las personas y desarrollar la tecnología necesaria para conectar generaciones en cualquier parte del mundo".

Y como no hay mejor forma de predicar que con el ejemplo, Carla Vigo se ha unido a sus filas de más de 12.500 voluntarios y ha acompañado a dos usuarios en una jornada muy especial, su cumpleaños.

No hay más que ver la sonrisa que se dibuja en sus rostros para comprender lo importante que para ellos puede ser la compañía, un "privilegio" del que todavía carecen 2 millones de mayores en España, según los datos de la organización, que no reciben ninguna visita en sus residencias.

Más allá de lo feliz que se le ve con sus "abuelos adoptados", Carla Vigo también está muy unida a sus abuelos de sangre, los padres de la Reina Letizia. Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz han estado a su lado en momentos muy complicados y le han demostrado un apoyo incondicional cuando su salud se ha resentido. De hecho, ellos fueron quienes la recogieron en el hospital cuando ingresó por última vez, demostrando así que, junto con su padre Antonio, son sus personas de mayor confianza.