Mansión
Así es la casa "vegana" de 4 millones de euros que el príncipe Harry y Meghan Markle se han comprado en Portugal
Se trata de una decisión que han tomado con la intención de poder circular libremente por el territorio de la Unión Europea
Tras dar portazo a la Familia Real británica y establecerse en Estados Unidos, parece que el príncipe Harry y Meghan Markle empiezan a echar de menos el Viejo Continente y se han hecho con un terreno para construirse una casa en Portugal. Se trata de una inversión de unos cuatro millones de euros en la urbanización Costa Terra Golf de la localidad de Melides, a tan solo 20 minutos de Comporta.
Se trata de una zona de costa en la que Eugenia de York y su marido, el empresario Jack Brooksbank, pasan buena parte de sus vacaciones de verano. Los dos matrimonios están muy unidos y es posible que la hija del príncipe Andrés animara a los duques de Sussex a invertir en una localidad de la que ella se ha declarado enamorada.
Las ventajas para el príncipe Harry y Meghan Markle de hacerse con una vivienda en la costa de Portugal van más allá de los preciosos paisajes que la rodean. Realizar una inversión superior a 500.000 euros en cualquier país miembro de la Unión Europea da vía libre al inversor a circular por todo su territorio, una suerte de salvoconducto que viene muy bien al duque de Sussex desde que Reino Unido abandonó el ente y a su esposa, ciudadana estadounidense y, por tanto, obligada a portar su pasaporte u otros documentos para viajar por Europa.
Los planes de los duques de Sussex pasan por construir una vivienda “sostenible” y “vegana”, muy en consonancia con los valores de Meghan Markle, que además está a punto de lanzar su propia línea de productos para el hogar y de estilo de vida en esta misma línea.
Los materiales que han elegido para levantar el que será su nuevo hogar europeo son respetuosos con el medio ambiente y el concepto de la casa es similar al de una especie de bungalow de lujo con todas las comodidades. Además, contará con las últimas innovaciones tecnológicas para asegurarse de que el consumo de luz, agua y otros suministros es lo más renovable posible.
La nueva residencia en Portugal también supondrá para los duques de Sussex contar con una nueva sede de operaciones más cercana a Londres, tierra a la que todavía se resisten a volver, pero a la que podrían retornar en un futuro no muy lejano si finalmente se firma de la paz entre ellos y el resto de la familia Windsor.