Nuevo Rey
El apasionado beso que ha marcado la proclamación de Federico X de Dinamarca
Este domingo ha tenido lugar una ceremonia única para el pueblo danés. Tras la abdicación de la Reina Margarita, el Rey Federico X ha sido recibido con gran entusiasmo
Lo que ha sellado el primer acto público de Federico X y Mary de Dinamarca ha sido un beso con el que dejan a un lado todas las polémicas que surgieron en el pasado, o al menos lo intentan. Tras una significativa ceremonia, en la que ha dominado la austeridad y la solemnidad los protagonistas del día han dejado muy claro cómo van a vivir esta nueva etapa como los reyes de Dinamarca.
La jornada ha empezado a la 13:35 de este medio día, momento en el que Federico, acompañado de Mary de Dinamarca y su primogénito y heredero al trono han abandonado su residencia en el palacio de Fernando VIII para asistir al acto de abdicación de la Reina Margarita en el Castillo de Christiansborg.
Una vez que la Reina firmó el acta de abdicación en favor de su hijo Federico, empezó la cuenta atrás para la proclamación oficial del nuevo monarca. En un acto sencillo, la primera ministra, Mette Frederiksen, proclamaba hasta en tres ocasiones a Federico como Rey. Un acto lleno de emotividad y en el que no han faltado los cálidos comentarios del pueblo que aclamaban a su monarca a grito de “Viva el Rey”.
Tras la proclamación ha llegado el momento del primer discurso de Federico X como Rey de Dinamarca: “Mi madre ha sido, como pocos, una con su reino. Espero ser un rey unificador”, eran las palabras que ha expresado y con las que pretende dejar un gran legado que pueda seguir la estela de su madre.
Sin embargo, el momento estelar ha llegado cuando la primera ministra abandonaba el balcón del palacio de Christiansborg para dejar sitio a Mary de Dinamarca y sus cuatro hijos. Durante varios minutos la familia al completo ha estado saludando al pueblo danés que les respondían con grandes ovaciones. En esta ocasión la Reina Mary ha escogido un vestido espectacular con el que no ha dejado a nadie indiferente. Como una auténtica reina de las nieves, la monarca ha lucido un vestido blanco que recordaba a una verdadera novia. De hecho, el diseño ha sido cosido por Birgit Hallstein, una gran modista de confianza para la nueva reina que ya se encargó de confeccionar su vestido de novia.
Poco a poco, entre vítores y aplausos, han ido abandonando el balcón, primero los hijos, luego la Reina Mary y por último Federico X. Muy escasos han sido los minutos de esta ausencia, pues tras un breve momento ha aparecido de nuevo Federico junto a Mary y han dedicado ante la atenta mirada de todo el pueblo danés un beso con el que han puesto el broche de oro a la ceremonia.
No se sabe si el gesto ha sido sincero o solo se trataba de una fachada ante las masas. Lo que sí se puede constatar es que todas las personas que habían congregadas han estallado en un sonoro grito de alegría por ver a la pareja tan unida.
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