Entrevista

Carlos Sobera se confiesa sobre su mujer: desde sus inicios al día que pensó que la perdía

El presentador habla en su libro de memorias de sus comienzos con Patricia, pero también cómo llegó a pensar que iba a morir de un derrame

Carlos Sobera y su mujer, Patricia Santamarina
Carlos Sobera y su mujer, Patricia SantamarinaInstagram

Carlos Sobera siempre será conocido por su peculiar sentido del humor y su forma alegre de afrontar la vida. Eso no quiere decir que no lo haya pasado mal a lo largo de su existencia o que en su currículo vital no existan episodios que preferiría olvidar o borrar de un plumazo. Sin embargo, es consciente de que cada paso que ha dado en este tiempo le han llevado a donde está ahora, en un lugar privilegiado, gozando del cariño del público. Ese al que se ha metido en el bolsillo conduciendo algunos de los programas más reconocidos de la televisión patria, además de tener ahora tres espacios en activo en su etapa en Mediaset. Pero también ha encontrado un hueco para lanzarse a conquistar las librerías con sus primeras memorias autobiográficas a las que ha llamado ‘A contracorriente’. Una colección de anécdotas donde repasa su vida y en el que encontramos uno de los peores episodios de su vida.

Sobre esto ha hablado largo y tendido el conductor de ‘Supervivientes’, ‘First Dates’ o ‘Mental Masters’ en su tour de entrevistas con diversos medios. Está de promoción y eso le lleva a sentarse a hablar no solo de su libro, sino también sobre alguno de los capítulos que más llaman la atención de aquellos que han tenido oportunidad de leerlo. Pero el que más interés ha generado es aquel en el que su mujer, Patricia Santamarina, sufría un derrame cerebral que le hizo ponerse en el peor de los escenarios y creer que iba a perder al amor de su vida: “Esos primeros momentos, esas 24 o 48 horas en las que había incertidumbre total sobre el estado de salud de Patricia, si iba a empeorar, si iba a estabilizarse, si le iban a quedar secuelas… Yo lo pasé fatal, pensando que podía morir”, ha recordado el presentador para la revista ‘Lecturas’.

“Son momentos muy duros. Una vez que esa incertidumbre desapareció porque ya estaba claro que iba a sobrevivir al derrame cerebral masivo, la preocupación era importante, pero menor. Pensábamos en las secuelas que le podían quedar, pero por lo menos estaba viva”, continúa relatando Carlos Sobera, que recuerda aquella temporada hace cinco años como la peor de su vida. Su esposa salió adelante y logró recuperar la salud y la normalidad en su rutina, aunque el susto que le dio a sus seres queridos aún lo tienen metido en el cuerpo: “Luego desapareció ese problema y la felicidad fue absoluta, pero son momentos que lo pasas muy mal y se te pasan por la cabeza las peores ideas, aunque te pongas alegre y optimista, e intentas trasmitir buen rollo, por dentro uno está muy fastidiado”, reconoce.

Carlos Sobera y su mujer, Patricia Santamaría, en la inauguración de Rhudo
Carlos Sobera y su mujer, Patricia Santamaría, en la inauguración de RhudoGtres

Pero en el nuevo libro autobiográfico que ha sacado a la venta Carlos Sobera y del que está en promoción no solo habla de cómo creía que su historia de amor iba a llegar a su fin de manera trágica. Después de superar este susto, el presentador, durante su entrevista con la citada revista, también ha querido poner sobre el tapete informativo cómo fueron sus inicios, cómo surgió la chispa del amor con Patricia Santamarina. Llevan juntos más de 20 años, pues sus comienzos se remontan incluso antes de ser pareja: “Antes de conocernos en 2004, en 2002 los dos coincidimos haciendo la gala de Míster España en Telecinco, yo como presentador con Emma García y ella como productora de la organización del evento. Ella dice que, siempre que podía, me evitaba para no coincidir conmigo. Y lo hizo muy bien, porque yo ni siquiera sabía de su existencia en aquella gala”, recuerda el conductor con mucha guasa. Pero después sus caminos se volvieron a cruzar: “Yo lo viví así. Según la vi pensé que era la mujer de mi vida. Eso se fue intensificando, esa sensación, ese sentimiento. Tardamos muy poco en empezar a salir y, desde entonces, veinte años pegaditos el uno al otro”.