Cumpleaños

Meghan Markle, los 40 años de una estrella estrellada

Mientras su popularidad cae día a día en Reino Unido, en Montecito (California) sigue siendo reconocida y viviendo como una estrella

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Meghan Markle está hoy de celebración. La duquesa de Sussex cumple 40 años y, a diferencia de lo ocurrido el año pasado, en el que prácticamente celebró su aniversario en la intimidad, éste ha planeado una fiesta a lo grande, propia de lo que ella sigue siendo en Estados Unidos: una estrella. Para que no falte detalle, la exactriz de «Suit» ha seguido el consejo de su íntima amiga Oprah Winfrey quien le ha presentado a Colin Cowie, conocido como el mejor «wedding planner» y organizador de eventos de Los Ángeles. Se desconoce por el momento la identidad de los 65 invitados (una lista reducida de amigos por la pandemia de la Covid-19 y entre los que seguro no se encuentra ningún miembro de su familia política) que acudirán a la fiesta de cumpleaños de Meghan y si el lugar elegido será su casa de Montecito o algún otro exclusivo espacio.

Más que tratarse de una cena formal con los amigos sentados, parece que Cowie ha planeado un picoteo informal a base de vinos y productos locales. La tarta de cumpleaños de Meghan Markle ha sido elegida personalmente por el duque en una pastelería de Santa Bárbara, conocida por adornar sus creaciones con flores y plantas naturales, llamada Poises & Sugar.

«Mi madre siempre ha dicho que los cumpleaños son tu Año Nuevo personal, tu oportunidad para tomar resoluciones», escribió hace unos años Meghan Markle en su web The Tig, cerrada cuando conoció al nieto de Isabel II.

En 2019 la nuera del príncipe Carlos organizó una «baby shower» en Nueva York antes del nacimiento de su primer hijo Archie. Una cita a la que no faltaron rostros conocidos como el de Serena Williams y Amal Clooney. Pero los tiempos han cambiado.

El príncipe Harry y Meghan Markle
El príncipe Harry y Meghan MarkleKirsty WigglesworthAgencia AP

Si bien su llegada a la familia real británica fue acogida como una bocanada de aire fresco para la Institución, pronto todo fueron problemas. Harry y Meghan no tardaron en darse cuenta de que no querían sufrir el acoso mediático al que les sometía la prensa y que tan malos recuerdos de su infancia traían al príncipe. Por eso, poco después del nacimiento de Archie Harrison, el matrimonio «dimitía» de sus funciones reales y abandonaba Reino Unido rumbo a Estados Unidos. El «Megxit» tuvo como consecuencia una caída en picado en los índices de popularidad de los Sussex.

Poco después la entrevista que la pareja concedió a Oprah Winfrey y en la que acusaban, entre otras cosas, de racismo a la familia real provocó una herida difícil de sanar entre los duques y los Windsor. Ni siquiera el fallecimiento del príncipe Felipe de Edimburgo, al que Markle no acudió por encontrarse en avanzado estado de gestación, suavizó las tiranteces. Tampoco estuvo presente en el homenaje a Diana de Gales por el que habría sido su 60 cumpleaños. Da la sensación de que la estrella ha huido y no pretende volver.

Tampoco el nacimiento de Lilibet Diana, la segunda hija de Meghan y Harry ha ayudado a acercar posiciones. ¿No pueden o no quieren? Lo cierto es que la pequeña, primer miembro de la familia real britanica nacida fuera de Reino Unido ni siquiera conoce aún a su familia europea. Pero a nadie parece importarle. Hoy Meghan Markle recibirá las felicitaciones de Buckingham y Kensington. Postureo aceptado por todos. Ya nada parece impedir que Markle viva su vida, la que ella ha elegido, lejos de imposiciones reales y rodeada de los suyos.