Clan Jurado
Pedro Carrasco, el peor combate de su vida lo está llevando su propia hija, Rociíto contra él
En la docuserie “Rocío, contar la verdad para estar viva”, la hija del boxeador dice medias verdades y algunas mentiras sobre su padre
Tengo un chat con unas amigas cotillas como yo, y una de ellas es muy, muy joven. Tenemos profundas discrepancias sobre el serial Rociíto, alias Rocío Carrasco. Ella se la cree a pies juntillas, pero como mi joven amiga Rosa me reconocía el otro día, no había nacido en la época en la que narra las vicisitudes que está contando.
Me siento dolida, como muchas personas que conocieron a Pedro Carrasco, cuando en un programa de corazón se preguntan si hacía eses o las dejaba de hacer. Me refiero a aquella noche fatídica que narró Raquel Mosqueraen Telecinco. Su hija dijo que hacía eses no por el enfado, insinuando otros motivos de forma muy torticera. No me gustó que una mujer capaz de hacer algo así a un padre muerto se haya convertido en adalid de las mujeres maltratadas y de la alienación parental.
Un padre es un padre, y una madre una madre. Por cierto, las madres, como me ha recordado una persona que conoció mucho a Pedro Carrasco, en cualquier especie animal, matan por sus hijos. Pedro Carrasco fue un gran deportista, un hombre muy guapo, clavado a Toni Curtis en los mejores tiempos de los dos, y un padre y una madre para su hija. Fue el quien la crio, y lo único que se le puede echar en cara es que la consintió demasiado. ¿Cómo se puede ensuciar así la imagen de tus progenitores? Tu madre te defendió siempre. Y no le importaban tanto los escándalos. Rocío Jurado llegó a montar un cirio patético con Ortega Cano en el Aeropuerto por defender a Antonio David. Alguien le llamo ladrón cuando lo de las multas robadas y la anécdota del juez que valoró su honor en una peseta. Y aunque ni Rocío ni José lo tragaban, salieron en su defensa, porque estaba entonces con su hija… ¿Iba a temer ella a Antonio David? Hubiese sacado los ojos por ella, como me recordó hace poco Ana Valdi, autora de “El desnudo de las rosas azules”.Rocío Jurado era cualquier cosa menos una cobarde. Y su padre era incapaz de golpear a su hija. ¿Si le dio un cachete? Pues a lo mejor. Pero decir, en un programa donde se supone que estás denunciando el maltrato, que tu padre te dio una guantada que te volvió la cabeza del revés, estando embarazada…. Tu padre te adoraba, y aún recuerdo en un aniversario de Joy Eslava como bailaba contigo en la pista. Llevabas un vestido en tonos morados, no tendrías más de 16 años, y parecíais el padrino de una boda con su hija, se emocionaba solo de verte tan guapa, cuando cogía las manos de su niña y te hacía girar. Alguna televisión tendrá esas cintas, o igual no había programas de corazón. De esto hace muchos, muchos años. No ha querido a nadie como a ti, a nadie. Y mira que estaba enamorado de Raquel Mosquera, hasta el punto de que, al principio de su noviazgo, poco después de quedar prendado de ella en un local del Paseo de la Florida, se comportaba como un tortolito adolescente. Cuando estaban juntos sentados se daban las dos manos y algún piquito tierno. También quiso mucho a tu madre.
Nunca me cayó bien Antonio David, pero tu padre, junto con su amigo Ángel Nieto han sido de los mejores deportistas que hemos tenido en España. Le recuerdo en el Sidi San Juan Palace, yo tendría 5 años menos que a esa hija a la que no ves, en Alicante, cuando tu madre iba a actuar todos los años al Gallo Rojo de Campello.
Tu padre siempre daba todas las facilidades del mundo, incluso le pidió a Paco Gordillo y a Rocío que le tiraran a la piscina sin que yo me enterara para que pudiera vender el reportaje más caro. La Jurado, que jamás cobró un euro por una entrevista, estaba por aquel tiempo, muy, pero que muy enamorada de tu padre. Se le iban los ojos mientras hablaba. Había pasión en esa pareja. Por cierto, Pedro Carrasco, uno de aquellos veranos en los que año tras año entrevistaba a su mujer en agosto, y me dormía arrullada por su voz en el edificio de al lado donde cantaba, porque yo veraneaba allí, en Campello, me dio un consejo que nunca olvidaré y que seguiré al pie de la letra. “Entrámpate siempre un poquito, porque así tendrás fuerzas para salir adelante, y coraje. Y no bajes mucho el nivel de gastos cuando vengan las vacas flacas, lucha, y siempre te levantarás”. Cada vez que la vida me ha dado un puñetazo y me ha vuelto la cabeza del revés, me he levantado y he ido en taxi por muy larga que fuera la carrera, como una señora, le he dado propina al taxista, y le he brindado la carrera a tu papá.
Y de lo de tu famoso accidente que salió en los telediarios te voy a decir una cosa. Yo trabajaba en un especial en homenaje a Toni Leblanc en el que iba a cantar tu madre por las fechas en que casi te matas. Ella iba a cantar gratis, y Amador nos llamó por teléfono para decirnos que se anulaba la actuación. Llamamos a Isabel Pantoja, que nos pidió un pastón y se hizo la exquisita. Nos conformamos con Pastora Soler que lo bordó con Tomasito y subió a partir de entonces como la espuma. Fue lo único positivo de tu accidente. Tu familia estaba destrozada…Dijeron que se habían perdido las llaves de la casa, y creo recordar que fue José quien decidió cambiarlas, pero siempre por orden de Rocío. ¿Cómo no iban a cerrar la casa después de aguantar al okupa de tu exmarido casi un año? Recuerdo que mi padre le llamaba el oso moroso. En cualquier concierto de la Jurado, ejerciendo el peor de los “bullying”, se plantaba en primera fila a comer palomitas mientas Rocío cantaba, y eso después de haberse pasado el día en su casa.
Eso sí sería, a ojos de muchos, maltrato, por lo menos psicológico. Y no me meto en si Antonio Da te pegó o te dejó de pegar, líbreme, Dios, porque hasta Irene Montero te defiende. Y no digo nada pero que le llamen gorda a una no es tan grave, lo grave sería llamárselo a una hija cuando está en pleno desarrollo y puedes conseguir el efecto contrario a lo que pretendes.
Una buena hija le hubiera sacado los ojos a alguien que le hiciera eso a su madre. ¿Cómo no iban a cambiar la cerradura? ¿Cómo no iban a desconfiar de tu ojo clínico con los hombres? Una persona muy cercana a mí, cuya hija estuvo a punto de perecer en un accidente cuando conducía su novio, se vio en el mismo caso. Lo que le soltó el padre de la susodicha cuando vio al novio por primera vez fue: “¿Tú eres el cabrito que ha estado a punto de matar a mi hija saltándote un stop?” Completamente comprensible, luego se casaron y el suegro siempre sintió cariño por el yerno. Sí me creo que te pidiera perdón, porque por ti era capaz de todo, hasta de tirarse por un precipicio. Te amaba como a nada en el mundo. Y si hubiese sabido que Antonio David, como dices, te maltrataba, ni él ni su panda de amigos, Ángel Nieto y Santana, los tres mosqueteros, habrían permanecido impasibles. Ni siquiera le habría tenido que pegar un puñetazo. Porque Antonio David se habría “c……” de miedo con solo tener unas palabritas con él.
Y a Massiel la dejas como a un mujer manejada, si te da tanta pena y está tan manipulada… ¿Por qué no le perdonaste los 60.000 euros de la condena? No sé qué seguirás contando a partir de ahora, pero mucho cuidado con meterte con José Ortega Cano. Renunció a exigir la legítima de sus hijos, porque el testamento era claramente desigual en favor tuyo. Y no te jactes de haber firmado para que pudieran adoptar a los niños. Pasa en todas las familias que quieren adoptar. Tiene que haber un apoyo familiar
¿Y de Raquel Mosquera, que te trató como a una hija? Hace falta muy poca caridad para no intentar que una viuda siga viviendo en el lugar donde fue tan feliz con tu padre. No digo más… Me estoy mordiendo la lengua porque al contrario que algunos que no habían nacido y largan y largan, yo sí te he visto crecer, año tras año, en los aeropuertos cuando el tito Juan nos avisaba de que volvía “La Jurado” de las Américas. Eras una monada de niña. ¿Qué te ha hecho tu padre para que no le perdones? Tampoco lo hiciste cuando unos reporteros de TV NEWS se plantaron en la puerta de la casa de Pedro y Raquel en Paseo de la Habana, que te quedaste luego tú, y le felicitaron por un rumor que corría, tu segundo embarazo. Os reventaron la exclusiva que ibáis a hacer y Antonio David montó en cólera, y provocó que te enfadaras con tu padre una temporadita demasiado larga.
Vuelvo a tu padre. Casarse con la Jurado le influyó quizás negativamente a nivel mediático. Se vio oscurecido. Ha sido nuestro mejor boxeador, un hombre que nunca hizo pesas, con una técnica fantástica, según gente del mundo del boxeo con quien me he documentado. Y según Ana Valdi, el más noble de su familia:” Alguien que quería que todo el mundo fuera feliz y creía en todos, aunque no se lo merecieran”.
Fue representante de Marlboro, y también de una conocida marca de relojes, Una vez le robaron el maletín. No era desconfiado, era un pedazo de pan. Divertido, con una conversación muy agradable, ingenioso. No cambió nunca. Valiente, resistió una pelea sangrienta contra Velázquez. Fueron 15 asaltos que presenciaron 12. 000 personas. Ganó Pedro Carrasco. Tú papá, Rocío, era un hombre muy importante. Fue campeón del mundo y se codeaba con Don King, el promotor de los pelos de pincho y Muhammad Ali en las cenas que hacían de campeones en Estados Unidos. Por cierto, te recomiendo que te veas como hablan de su padre las hijas de Cassius Clay en “I am Alí”. Lo emiten en Netlix.
P.D Y piensa en tus hijos. Kiko Matamoros, que debería callarse si fuese prudente, dijo algo sobre Rosa Benito, una enfermedad venérea y la enfermedad de un pobre niño. Y lo ha dicho todo en clave, pero no se estaría hablando de estas cosas si te hubieras limitado a tu ex marido.
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