G20 Brasil

Sánchez lleva el 15% de la legislatura fuera de España

El presidente se escuda en el exterior para huir de los problemas domésticos y suma más de un mes sin someterse al control del Gobierno

Sánchez acude mañana a un G20 muy dividido en el que apoyará el impuesto global a los superricos que propone Lula
Pedro SánchezEuropa Press

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pone tierra de por medio y se encuentra en Río de Janeiro para participar en la Cumbre del G20. Viaja acompañado por su mujer, Begoña Gómez, cuya defensa se ha excusado en una invitación de la primera dama brasileña, Janja Lula da Silva, para aplazar su citación judicial.

El Jefe del Ejecutivo encuentra en la política exterior un refugio en el que parapetarse ante las turbulencias de la política doméstica. Según los cálculos de LA RAZÓN, desde que fue investido 16 de noviembre de 2023 hasta el pasado 18 de noviembre ha estado fuera de nuestras fronteras 58 días de los 368. O lo que es lo mismo, se ha ausentado durante el 15% del primer año desde su investidura.

Las ausencias de Sánchez no son baladí ya que en varias ocasiones ha faltado a plenos en el Congreso de los Diputados o no ha participado en votaciones en la Cámara Baja. Por ejemplo, la defensa de la polémica Ley de Amnistía el pasado mes de marzo corrió a cargo del portavoz socialista en el Congreso, Patxi López. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se escudó en la visita a España del rey Abdalá II de Jordania para evitar debatir con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, un asunto clave durante esta legislatura.

Durante estos dos últimos meses, octubre y noviembre, las ausencias de Sánchez son, si cabe, todavía más cuestionables debido a las consecuencias de la devastadora DANA que ha segado la vida de más de 200 personas o la dificultad de la coalición para alcanzar los acuerdos suficientes para aprobar los Presupuestos, considerados la piedra angular de cualquier Ejecutivo.

Quizá, hasta ahora, de todas sus ausencias, la que tiene un mayor peso está relacionada con la gota fría. En la tarde del 29 de octubre, con los avisos por fuertes riadas en Valencia lanzados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y las primeras imágenes de las riadas sobre zonas densamente pobladas, Pedro Sánchez se encontraba en Bombay con su esposa, Begoña Gómez. El jefe del Ejecutivo se había trasladado hasta la India por invitación del primer ministro, Narendra Modi, y compareció ante los medios de comunicación poco después de las 15:45 de la tarde, hora española, sin ninguna mención a la riada. No en vano, en aquel momento no se conocía la magnitud de la desgracia. Cerca de la medianoche, en torno a las 20 horas en España, Sánchez emprendió el viaje de vuelta. Aterrizó en Torrejón de Ardoz, poco antes de las 10:30 horas del 30 de octubre, con al menos 51 fallecidos y al aterrizar, participó en la segunda reunión del comité de crisis. A la primera no acudió por estar fuera del país.

Durante los 20 días desde que la DANA azotara el este de España, Sánchez ha continuado con su agenda exterior. Eso sí, descartando su participación en la Cumbre Iberoamericana, unos de los foros multilaterales que impulsa España desde su origen, para atender solo a los que le interesa. Es por ello que el presidente decidió viajar hasta Bakú (Azerbaiyán) a la Cumbre del Clima, a la que no acudieron grandes líderes internacionales, para denunciar que «el cambio climático mata». La asistencia a este foro impidió que el Jefe del Ejecutivo respondiese a las preguntas de la oposición en la sesión de control de los miércoles, al igual que ocurrió durante su viaje a la India. Su última comparecencia en el Congreso de los Diputados fue el pasado 16 de octubre, en un momento en el que el país se recompone tras vivir su peor catástrofe natural del último siglo y en medio de los supuestos casos de corrupción que acechan a su formación.

Los datos recopilados por este diario muestran que durante el primer año de legislatura ha visitado una treintena de países. El reconocimiento de Palestina y mantener un perfil activo en la guerra de Ucrania han mantenido ocupado al jefe del Ejecutivo, en ocasiones poniendo contra las cuerdas la credibilidad e imagen exterior de España. Cabe recordar que Israel, Egipto y Palestina fueron sus destinos iniciales tras su investidura. Su visita desembocó en una crisis sin precedentes en los casi 37 años de relaciones diplomáticas con el Estado hebreo.

En el mes de agostó emprendió su gira africana coincidiendo con el punto álgido de la crisis migratoria en la Islas Canarias y los gritos de auxilio del Gobierno autonómico. Además, también le permitió escabullirse y evitar ofrecer explicaciones sobre la financiación singular de Cataluña tras el pacto entre el PSC y ERC

Al mismo tiempo, gracias a sus viajes al exterior se ha escurrido de algunas polémicas relacionadas con su formación. Por ejemplo, durante su viaje a Marruecos entre el 20 y 21 de febrero estalló el «caso Koldo». Aunque no pudo evitar responder a las preguntas de los periodistas respecto a si la dimisión del entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, estaba relacionada con la trama, el Jefe del Ejecutivo esquivó la tormenta con un «no sabía nada».

Ahora, coincidiendo con el cruce de reproches entre el PP y PSOE respecto a la gestión de la catástrofe atmosférica, Sánchez vuelve a subirse en el Falcon y ausentarse durante tres días, lo que supondrá que acumule más de un mes sin pisar el Congreso de los Diputados, donde volverá el día 27.