Patrimonio
El Principado de Asturias rechaza que el monumento a los «Héroes del Simancas» sea BIC
La asociación peticionaria pide respetar sus «valores históricos y artísticos al margen de la política», e irá a los tribunales «si es necesario»
Tras un primer análisis técnico, la comisión del Consejo de Patrimonio Cultural del Principado de Asturias ha desestimado la solicitud para que el monumento a los «Héroes del Simancas» sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC). En su opinión, no presenta «los valores singulares que la ley asturiana de Patrimonio Cultural fija» para determinar esta protección.
La consejera de Cultura, Política Lingüística y Deporte, Vanessa Gutiérrez, anunció este martes «un acuerdo desestimatorio» en una comisión del Parlamento asturiano, por lo que no tramitará el expediente de reconocimiento que solicitó iniciar la Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces. «No tiene nada original ni destacable», señaló a preguntas del diputado de Vox Javier Jové, que rechazó la negativa con un anuncio: «Nos veremos en los tribunales».
Por su parte, la asociación Raíces asegura que, «por supuesto, no estamos de acuerdo con la resolución, que aún no nos ha sido notificada», e insiste en declaraciones a este diario en que se trata de «una obra de valores históricos y artísticos suficientemente relevantes para que permanezca», y su deseo es que «quede al margen de toda cuestión política».Su intención, «de ser necesario», es «recurrir a los tribunales».
La consejera leyó un resumen del informe que el pasado jueves sirvió de base a la comisión permanente del Patrimonio Cultural para descartar el inicio de los trámites para una declaración BIC. «Alguna de las cuestiones que especifica es que ese monumento se inauguró en 1958, después de muchos años del proceso de construcción, produciéndose un cambio total del proyecto original del arquitecto Luis Moya y el escultor Manuel Álvarez-Laviada», explicó Gutiérrez. La consejera puso como ejemplo que las monografías sobre los autores de la obra ni la mencionan y que las reformas del catálogo urbanístico de Gijón tampoco han modificado su protección.
En contra de la petición de la declaración como BIC hay otra de colectivos memorialistas que piden su erradicación del paisaje urbano gijonés. Ante los «Héroes del Simancas» hubo este verano una concentración en la que se cantó el «Cara al Sol». Jové preguntó al PSOE en la Cámara si demolería una Casa del Pueblo en caso de realizarse una concentración ante ella. El diputado de Vox ya había defendido días atrás que la obra de Luis Moya y Manuel Álvarez-Laviada tiene «argumentos más que sobrados» para recibir el reconocimiento, y calificó como «paradójico» que, mientras se busca que la Universidad Laboral sea declarada Patrimonio de la Unesco, se pretenda demoler una obra de los mismos autores.
El Principado iniciará ahora las gestiones para averiguar si la escultura incluye «simbología fascista» que deba ser retirada. Así lo ha confirmado la directora general de Memoria Democrática, Begoña Collado Villa, que apeló a las leyes autonómica y estatal de Memoria Democrática. Sobre este particular, la Federación Asturiana Memoria y República (Famyr) inició una campaña de recogida de firmas en la plataforma Change.org con el objetivo de que el Gobierno autonómico actúe contra la escultura en piedra y «elimine también el resto de simbología fascista de Asturias».
Por contra, las mismas fuentes de la Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces estiman que «el valor de la obra, teniendo en cuenta la categoría de sus autores, el arquitecto Luis Moya, autor entre otras cosas de la Universidad Popular de Gijón, y el escultor asturiano con obras por toda España Manuel Álvarez-Laviada ya es suficiente crédito para que fuese considerada BIC, como alegamos en nuestra solicitud para la incoación de este procedimiento», de manera que «continuaremos», aseguran, «defendiendo este monumento al amparo de lo que judicialmente nos permitan la leyes, intentado salvaguardar el patrimonio histórico-artístico que otros pretenden destruir».
El monumento a los «Héroes del Simancas» se hizo en honor de los resistentes en el cuartel gijonés, asediados en el verano de 1936. Las fuerzas republicanas quisieron rendir el enclave donde hoy se sitúa el colegio concertado de la Inmaculada, propiedad de la Compañía de Jesús y, aunque toparon con la resistencia numantina de las fuerzas sublevadas en el cuartel, el bombardeo constante por tierra y por aire, durante un mes, doblegó a los sitiados del 40º Regimiento de Infantería de Montaña Simancas. Franco concedió al lugar en su conjunto la Cruz Laureada de San Fernando.
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