Memoria Histórica
En defensa del monumento a los «Héroes del Simancas»: «Cultura por encima de la ideología»
Los solicitantes del BIC para el enclave gijonés apelan a su valor artístico frente a los detractores que abogan por su demolición
El cerco al monumento a los «Héroes del Simancas» continúa. PSOE, IU y Podemos votaban a principios de agosto a favor de retirar el «monumento franquista» ubicado en la fachada del colegio de La Inmaculada, en Gijón –aunque el Ayuntamiento votó en contra gracias a Vox, Partido Popular, Foro y un concejal no adscrito–, pero la Federación Asturiana Memoria y República (Famyr) está ahora recogiendo firmas en la plataforma Change.org con el objetivo de que el Gobierno autonómico actúe, en el marco de sus competencias, contra este vestigio en piedra y «elimine también el resto de simbología fascista de Asturias». Y ello cuando el consejero de Ordenación de Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos del Gobierno asturiano, Ovidio Zapico, ha dejado clara su voluntad política de proceder al desmantelamiento del monumento, «dentro de los tiempos y los parámetros procedimentales administrativos que sean necesarios».
En contra de estos pasos hacia su erradicación, la Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces, junto con el diputado de Vox Javier Jové, han presentado una declaración en contra de la «posible resolución de la consejería dirigida por Ovidio Zapico para demoler el monumento». Jové ha defendido el valor artístico e histórico del conjunto, subrayando que debería ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC), como ha pedido Raíces. Según Jové, la obra de Luis Moya y Manuel Álvarez-Laviada tiene «argumentos más que sobrados» para recibir este reconocimiento, y calificó como «paradójico» que, mientras se busca que la Universidad Laboral sea declarada Patrimonio de la Unesco, se pretenda demoler una obra de los mismos autores. El diputado criticó la postura del consejero Zapico, calificándola de una decisión política cargada de «fobias ideológicas». Según Jové, la democracia se basa en la libertad y pluralidad, y no en la eliminación de símbolos artísticos por su posible relación con un pasado político a cargo de «auténticos talibanes».
Por su parte, Toni Vega, portavoz de la Asociación Raíces, señaló que el monumento posee suficiente valor artístico para ser protegido por las leyes. Raíces ha iniciado un trámite administrativo para que la escultura sea declarada BIC y advirtió que cualquier acción para su demolición, sin respetar el debido proceso, será llevada ante los tribunales. El portavoz del colectivo fue rotundo: «Es un derecho a reclamar una consideración y protección que este monumento de sobra merece, así que estaremos velando sobre cualquier acción realizada sobre él, que de realizarse sin respetar la conclusión del proceso administrativo y público será llevada a los tribunales». Vega subrayó que la asociación está comprometida a velar por la protección y el respeto hacia el monumento, defendiendo su valor cultural por encima de las diferencias ideológicas. Tanto Raíces como Vox coinciden en que el arte debe ser valorado por su mérito artístico y no por su connotación política, destacando la importancia de superar divisiones ideológicas en temas relacionados con el patrimonio cultural.
Por contra, Famyr ha denunciado que el monumento «incumple la Ley de Memoria Democrática autonómica y estatal» y la campaña que ha iniciado para la recogida de apoyos la encabeza el lema «Simancas: fuera símbolos fascistas de Asturies».
La proposición llevada al Pleno el mes pasado también solicitaba que la corporación mostrara su condena ante el «acto de exaltación franquista» que tuvo lugar el 28 de junio frente al monumento, así como su compromiso con las leyes de memoria democrática vigentes.
Al inicio de la Guerra Civil, tropas del 40º Regimiento de Infantería de Montaña Simancas se hicieron fuertes en un cuartel que hoy es un centro educativo.
«Argumentos más que sobrados para su reconocimiento»
Los defensores del monumento a los «Héroes del Simancas» consideran «paradójico» que «desde el Principado optan a que la Universidad Laboral sea declarada Patrimonio de la Unesco y sin embargo esta obra de los mismos autores –el arquitecto Luis Moya y el escultor Manuel Álvarez-Laviada– se quiera demoler». El diputado de Vox Javier Jové respaldó que sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por su «valor artístico, sumado al histórico, que son argumentos más que sobrados para que dicho conjunto escultórico tenga ese reconocimiento». El parlamentario criticó la postura del «consejero camarada» Ovidio Zapico, cuya intención es desmantelar la escultura por sus connotaciones franquistas. «A quien no le guste que no la mire, pero no hay nada ofensivo en ella. Creemos que la cultura y el arte no saben de ideologías, como no lo sabe tampoco el amor, y es importante que desde las izquierdas lo respeten y entiendan que hay cosas que están por encima de fobias y filias ideológicas».
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