Inmigración ilegal

Mauritania empieza a deportar a cientos de africanos que querían viajar a Canarias en cayucos

Son expulsados a sus países de origen, como Senegal, Mali, Costa de Marfil y Guinea

Cayucos de pesca en Saint Louis.
Cayucos de pesca utilizados para la inmigración ilegalAlfonso Masoliver

Cientos de africanos han permanecen retenidos en un campo de detención del puerto de Nouakchott (Mauritania) a la espera de ser deportados a sus países de origeen antes de que embarquen en cayucos rumbo a las islas Canarias. Según medios del país africano, el Estado mauritano “intenta romper el tránsito que los candidatos a la emigración irregular hacia España quieren establecer en su suelo. Las personas expulsadas son senegaleses, guineanos, malienses y marfileños. Para los senegaleses y malienses, que comparten frontera con Mauritania, el convoy no debería suponer ningún problema. Sin embargo, otras nacionalidades tendrían que transitar por un tercer país. Según testimonios de guineanos, fueron devueltos a la frontera senegalesa”.

Desde hace varias semanas, las autoridades intentan reforzar sus fronteras para controlar mejor los flujos migratorios en su territorio. Desde el domingo, han puesto en marcha un nuevo sistema de tránsito biométrico en los pasos fronterizos bilaterales para "reforzar mejor el seguimiento de los movimientos de los viajeros y garantizar un registro preciso de sus datos".

Según el general Mohamed Cheikh Mohamed Lamine, director general de Seguridad Nacional, que supervisó el lanzamiento del sistema en el paso fronterizo de Kaedi, conocido como Gourel Omar Ly, "este dispositivo se basa en unidades biométricas que registran los datos personales de los viajeros y de las personas que cruzan la frontera, todo ello vinculado a una base de datos central".

Según un comunicado de la policía, ya se han equipado con esta tecnología 35 pasos fronterizos y se están realizando esfuerzos para ampliar su despliegue a otras zonas, bajo la supervisión de las autoridades de seguridad. También se confirmó que se ha completado la capacitación de los operadores encargados de utilizar este sistema, paara garantizar “así una óptima eficiencia y aplicación”.

De hecho, cientos de inmigrantes irregulares comienzan a abandonar el país tras una operación de expulsión a gran escala. En la operación participan, entre otros, senegaleses, guineanos, marfileños y malienses. Los mauritanos quieren romper la imagen que tienen de país de tránsito de inmigrantes hacia España.

Para lograrlo, la policía lanzó una campaña de controles sobre los residentes extranjeros, que se saldó con la detención de cientos de migrantes, retenidos en un centro del puerto a la espera de su expulsión. Dentro del centro, un equipo de registro civil trabaja en procedimientos relacionados con la toma de huellas dactilares de los deportados antes de trasladarlos en autobuses policiales a sus países de origen. La medida también conlleva la prohibición de entrar en territorio mauritano durante dos años a partir de la fecha de su expulsión.

.