
Memoria Histórica
El Gobierno culmina la reparación de la memoria del anarquista Puig Antich
El militante catalán fue ejecutado tras matar de dos disparos a un subinspector de Policía

El Gobierno ha culminado el proceso de reparación del anarquista barcelonés Salvador Puig Antich, último ajusticiado a garrote vil en el franquismo en marzo de 1974, con la expedición oficial del documento que recupera su memoria y declara nula su condena.
Puig Antich, considerado por el Gobierno como activista en la lucha antifranquista y víctima de la represión del régimen, fue miembro del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), un grupo anarquista que cometía atracos a bancos para financiar sus acciones.
El militante fue detenido en Barcelona el 25 de septiembre de 1973 tras el robo a una entidad de Bellver de Cerdanya, en Girona.
En la redada posterior, un policía -el subinspector Francisco Anguas Barragán, de 24 años- resultó muerto de dos disparos de pistola tras un forcejeo a manos de Puig Antich, convertido tras ser condenado a muerte, y ejecutado en la Modelo de Barcelona, en un símbolo de la izquierda catalana.
Sus propios compañeros han reconocido a lo largo del tiempo que fue el joven quien asesinó a Anguas. Y, en este sentido, el Tribunal Supremo rechazó hace unos años revisar el caso por falta de elementos que lo justificasen.
Puig Antich, activo militante del Movimiento Ibérico de Liberación -un grupo armado libertario, anticapitalista y heredero de Mayo del 68-, había participado antes en varios atracos violentos, entre ellos el de una sucursal del Banco Hispano Americano en el que disparó contra algunos empleados. Ante el tribunal que le juzgó confesó haber tomado parte en no menos de siete asaltos.
Se daba por hecho el indulto, pero nunca llegó. El momento no era el más favorable, con el régimen en un puño tras el atentado que había acabado con la vida del presidente Carrero Blanco.
La Ley de Memoria Democrática de 2022 defiende la reparación de las víctimas del franquismo y, además, declara nulas las sentencias y resoluciones que se dictaron durante la dictadura, algo que el Gobierno oficializó en el caso concreto de Puig Antich con un homenaje celebrado el pasado octubre.
En aquel acto, coincidiendo con el 50 aniversario de su ejecución a garrote vil, el Gobierno entregó a la familia de Puig Antich un documento de reparación por la "persecución y violencia padecidas por razones políticas, ideológicas y de conciencia durante la dictadura", donde recordaba además que la Ley de Memoria declara nula su condena. Así se hizo ya con el presidente catalán Lluís Companys.
Recientemente, el Gobierno culminó este proceso de reparación a la memoria de Puig Antich con una declaración de reconocimiento y reparación personal expedida por el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, con fecha 30 de enero.
En este documento, el Gobierno acredita que Salvador Puig Antich "padeció persecución por razones políticas e ideológicas durante la dictadura franquista" y certifica igualmente la nulidad de la condena y la declaración de ilegal e ilegítimo del tribunal que lo juzgó.
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