Podemos se rebela: «Es un golpe sin precedentes a la democracia. Un error»

La decisión del Tribunal Constitucional de paralizar la votación del Senado sobre la reforma del Código Penal para modificar la fórmula de elección de los miembros del CGPJ, era un escenario que preveía Podemos desde el minuto uno y con el que llevaba toda la jornada de ayer alertando al Congreso y al Senado de que, de producirse como sucedió, debía desobedecerse. Es decir, los morados llamaron a no acatar la decisión al alegar que el Parlamento contaba con «elementos jurídicos suficientes para no atender lo que pudiera producirse como consecuencia de la decisión del TC». Desde el grupo parlamentario se advertía en la misma línea. «Pensamos que si una orden va en contra de la propia Constitución, no habría motivos para acatar una orden como esa», dijo Pablo Echenique.

Una posición de rechazo en la que se quedan solos y que contraviene la decisión de la líder del espacio de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, de acatar la decisión que tome el Alto Tribunal y echar mano, después, a todas las herramientas jurídicas, a su alcance, como un último recurso a Estrasburgo, según fuentes de la vicepresidencia. Así, la vicepresidenta desautoriza a los morados y se niega a hablar de «golpe de Estado» como señalan los de Ione Belarra. Fuentes de su entorno llaman, además, a rebajar los decibelios para evitar el choque entre instituciones.

Tras conocerse la noticia, en la sede morada se reaccionó contundentemente y se calificó como «ataque serio a la democracia» la decisión del TC. «Es una línea roja de gravísimas consecuencias», advertían. La líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, consideró un «golpe sin precedentes a la democracia» llamó a «demostrar que los demócratas somos más». De esta manera, los morados achacan al TC «impedir una votación democrática en la sede de la soberanía popular». Toca demostrar que los y las demócratas somos más. En opinión de los morados, al paralizarse la votación, el TC está «perpetrando un golpe a la democracia».

Por su parte, fuentes cercanas a Yolanda Díaz censuraron que «por primera vez en nuestra historia democrática los representantes del pueblo han visto parcialmente suspendida su actividad legislativa». Critican que este suceso «grave» es resultado de «un proceso de deterioro de nuestras instituciones por la captura de intereses partidistas de la cúpula judicial y de la resistencia del PP a cumplir con la Constitución». Intentan mantener la calma y prometer que «la democracia prevalecerá». Se comprometen a seguir trabajando «del lado de la democracia, del Estado de Derecho y de las Instituciones».

El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, aseguró que «la soberanía reside y emana del pueblo, no de dos magistrados con mandato caducado que impiden una votación democrática en el Senado. Su decisión es hoy un error, pero mañana será la vergüenza para toda Europa». Por su parte, el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, censuró de «golpe», la decisión del TC.

Desde el Congreso de los Diputados, los socios se unieron a las críticas. El portavoz de Más País, Íñigo Errejón, consideró que se había «consumado el atropello democrático» y que los magistrados «amordazan» a las Cortes elegidas. Además, registraron una Proposición de Ley para reformar la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional.

Desde ERC, su portavozGabriel Rufián, valoró que lo peor no es el hecho sucedido, que ve «subsanable si el Gobierno presenta una Proposición Ley», sino que «lo peor es el precedente». «¿Cuántos plenos más pueden suspender estos jueces recusados?», se preguntó.