Elecciones
Díaz se expone a la revancha de Podemos si Sumar no obtiene un buen resultado el 23-J
Necesita ser tercera fuerza y que con sus resultados pueda reeditarse un gobierno de coalición para evitar la «guerra» que los morados preparan en silencio si pierde
El 24 de julio será la confirmación de dos escenarios con diferentes lecturas y consecuencias dentro de la izquierda a la izquierda del PSOE de cara al nuevo ciclo político. Será el primer examen político de la vicepresidenta segunda del Gobierno con su proyecto político. De su resultado dependerá la posibilidad de reeditar un gobierno de coalición de izquierdas. La tercera plaza política es en la que por ahora se asienta Sumar, es la clave que puede dar la gobernabilidad al PSOE o al PP si es Vox quien finalmente le «roba» a la ministra de Trabajo esta posición.
El reto político al que se enfrenta Yolanda Díaz es al de convertir los escaños que logre el 23-J en posibilidad de reeditar el gobierno de coalición. Las encuestas pronostican a día de hoy un máximo de 33 escaños. Solo el CIS amplía esa horquilla y le ofrece la posibilidad de conseguir hasta 50 escaños. Así, la candidata de Sumar se enfrenta a conseguir un buen resultado en la noche electoral o, de lo contrario, se expone a la revancha política que ya prepara Podemos en el corto plazo.
Los morados han asumido un papel «modesto» de cara a estas elecciones generales después de que tras la negociación con Sumar por las listas electorales, los morados no lograran que la vicepresidenta Díaz levantara el «veto» a la ministra de Igualdad, Irene Montero, para concurrir a las elecciones generales bajo el paraguas de Sumar. Sin embargo, como ya publicó este diario, el partido morado está centrado ya en el día «D». Ahora toca «rebajar el pistón» en palabras de un miembro de la ejecutiva morada y dejar que sea Díaz quien lidere la campaña y también «quien asuma el resultado», se explican, «como en su día le pasó a Iglesias». Creen los morados que si el 24-J se enfrentan a un mal resultado, ellos no serán los responsables «ni tampoco nos habremos quemado», apuntan.
De esta manera, los morados que avisaron que asumían «un papel secundario», se encuentran preparando una contraofensiva de cara al 24-J si Sumar con su resultado no logra hacer pinza para reeditar una coalición PSOE-Sumar con dirección a La Moncloa. Una contraofensiva que consiste en no dar ninguna batalla por perdida y buscar la cercanía de su militancia. Es por eso que los de Ione Belarra ya han celebrado hasta dos encuentros con sus bases con el fin de tomar el pulso a sus bases y afianzar a sus correligionarios. En Sumar reconocen este escenario y en el equipo creen que si pasan a la oposición, el grupo parlamentario de Sumar será «ingobernable».
Se entiende así la estrategia que los morados en campaña electoral, en la que según apuntan en el partido de la vicepresidenta, están adoptando un «perfil bajo» sin demasiada implicación en el trabajo de campaña. De hecho, la caravana oficial de Podemos con Sumar se limita a dos actos electorales, uno el próximo 17 de julio en Navarra al que acudirá la secretaria general de Podemos, Ione Belarra. También estarán en el acto de cierre de campaña que tendrá lugar en Madrid y al que acudirán casi todos los líderes políticos de la confluencia. En el partido rebaten esta actitud y aseguran que realizarán actos propios con Ione Belarra como protagonista para apoyar a los candidatos morados que concurren por Sumar. Sin embargo, Podemos lleva desde que celebró su Consejo Ciudadano Estatal el pasado 17 de junio, donde decidió que concurriría con Sumar, sin celebrar ruedas de prensa después de sus Ejecutivas o sin conceder entrevistas a medios de comunicación. En el partido evitan en público dar su opinión, pero en privado explican que buscan no entrar en la confrontación con Sumar o no tener que responder a las propuestas que va presentando el equipo de Díaz. Sobre todo algunas con las que no comulgan, como la de la «herencia universal» para todos los jóvenes.
Así, la vicepresidenta da el pistoletazo de salida hoy a quince días de «sprint electoral» en los que recorrerá hasta 19 provincias con el objetivo de hacer una campaña «en positivo» en la que buscará evitar que se entienda como un plebiscito entre políticos sino como una campaña en la que tratará de «interpelar al votante» con propuestas para «mejorar su vida», según explican en su equipo. Se trata de una campaña en la que Sumar ha tenido que coordinarse con hasta quince partidos para albergar su programa electoral y con la que ahora debe funcionar al unísono, a pesar de contar con diferentes sensibilidades e ideologías dentro de la ecuación.
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