El PP arrebata al PSOE un escaño en Madrid y Sánchez necesita un "sí" de Junts para su investidura

Nunca tantos partidos han estado tan pendientes del voto exterior como en esta ocasión. Las elecciones generales del pasado domingo dibujaron un escenario muy difícil de gobernar. En el bloque de la derecha es inviable ante la falta de apoyos parlamentarios, y en el de la izquierda, la solución pasaba la noche del 23J por conseguir la abstención de Junts. Pero la aritmética es endiablada y al igual que si en esa hipotética investidura, un diputado se equivoca, este escenario podría cambiar antes. Ha sido el recuento del voto del Censo de Españoles Residentes Ausentes en el Exterior (CERA) el responsable de dar un último giro de timón importante. Si el PP acababa arrebatando con el voto exterior un solo escaño al PSOE, la investidura de Pedro Sánchez podía complicarse, si a su vez este no lograba hacerse con otros escaños en juego, como con el de Tarragona. Y así ocurrió, al filo de las once de la noche. La Comunidad de Madrid, en este caso, fue crucial para determinar el resultado.

Los populares tenían en la noche electoral 15 diputados. Una vez escrutado el voto exterior, el recuento queda con un diputado más para los populares y uno menos para los socialistas, que retroceden a los diez escaños. Entra en el Congreso de los Diputados el exdiputado de UPN, Carlos García Adanero. Sale, sin haber recogido todavía su acreditación el socialista, J. Rodríguez Palacios, que era el escaño número once obtenido el 23J.

De facto, el líder de los socialistas necesita, al menos, un diputado de Junts que vote a su favor si se presenta a la investidura. Los populares se encontraban a solo 1.749 votos en la noche electoral de los socialistas, y ese impulso llegó en el último minuto en una jornada de infarto en la que había por contabilizar 46.394 votos correspondientes del exterior.

Fuentes del Partido Popular han reaccionado al escaño ganado en Madrid y aseguran que al PP le corresponde formar Gobierno porque Feijóo tiene 172 escaños a favor de su investidura mientras que el bloque de Sánchez tiene 152 y solo sumaría con los apoyos de ERC, BNG, PNV, Bildu y Junts.

Durante todo el día, la la batalla se concentró en Madrid, una vez descartada a media tarde la posibilidad de que el recuento en Tarragona y en Gerona cambiara el tablero político. En esta semana, en todos los cuarteles generales de los partidos se ha contado con la posibilidad real de que la investidura de Sánchez se dificultara todavía más por este voto, aunque en el PSOE siempre habían limitado esta posibilidad, puesto que tradicionalmente el voto CERA siempre ha beneficiado a los socialistas. De hecho, según los datos del Ministerio del Interior, el PSOE fue el partido más votado tanto en abril como en noviembre de 2019 en el extranjero.

Con el voto escrutado, los bloques resultantes de las elecciones generales se han movido. Quedarían así, una vez se oficialicen los resultados la próxima semana; 171 escaños para el bloque de izquierdas y 172 para el de la derecha. El vuelco real se tornaba solo en Madrid, Gerona y Tarragona.

En Gerona, el PP se quedó a 253 votos de «robar» el escaño de Junts, según apunta el PP. En Tarragona, los socialistas podían disputarle un escaño a Junts. Finalmente, se quedaron a 1.298 votos de conseguir el escaño que estaba en juego.

La expectación también se encontraba en Cantabria, no por el baile de escaños, sino porque hubo posibilidades reales de que el voto procedente del exterior se quedara sin contabilizar, después de que no llegaran las cajas de papeletas a tiempo a la Junta Electoral. Tras estudiar la situación y después de que presentaran alegaciones los grupos políticos, los votos fueron admitidos. La posibilidad era que los populares se hicieran con el escaño de Vox. Finalmente, no ocurrió, aunque el partido de Alberto Núñez Feijóo fue el más votados, una vez contabilizado el voto exterior.

El baile de escaños se concentraba en Cantabria, Gerona, Lérida, Madrid y Tarragona a favor del PP. En contra, podían perder Salamanca, Teruel y Ceuta. Los socialistas confiaban en Tarragona, Cuenca, Málaga, Ceuta, Huesca, Santa Cruz de Tenerife–donde se disputa el escaño con Sumar–, Salamanca y en retener Albacete, como finalmente sucedió. No hubo pérdida de escaños para ningún partido. Así, ni los socialistas ni los populares lograron los escaños disputados en Cantabria, Gerona y Tarragona. Los bloques de la izquierda solo pueden moverse en Madrid.

Finalmente, tras una larga jornada de recuento, el PSOE acabó imponiéndose en el casi todas las provincias, aunque ello no produjera variación de escaños. Los socialistas fueron primera fuerza en Tarragona y Navarra en el escrutinio del voto CERA. También en Almería, en Murcia, Córdoba, Baleares y Jaén. Además, ganaron en el voto CERA en toda la comunidad de Castilla-La Mancha y en todo País Vasco. Se alzaron como primera fuerza en Sevilla, Huelva y Salamanca, Cuenca, Segovia, Valencia, Alicante, Castellón y Barcelona. Los populares han sido los más votados en Cantabria, Orense, Lugo, La Coruña Pontevedra, La Rioja, Cádiz, Soria, Zamora, Melilla y Málaga.

El voto CERA ha representado en estas elecciones tan solo el 10,04% de los 2,3 millones de españoles registrados en el censo exterior. Votaron 233.688 residentes en el extranjero. La participación aumentó un 4% más que en los últimos comicios de 2019.