Transporte ferroviario

Adif y Renfe retirarán por piezas el tren accidentado entre Atocha y Chamartín

La operación se realizará en horario nocturno, por lo que no se prevén cortes en el tráfico de alta velocidad

Tren descarrilado durante la maniobra
Tren descarrilado durante la maniobraLa Razón

El tren que descarriló el pasado sábado 19 de octubre sigue varado entre las estaciones madrileñas de Atocha y Chamartín, aunque por poco tiempo. En un comunicado conjunto emitido este lunes, Adif y Renfe han informado que retirarán el convoy accidentado por piezas y en horario nocturno para que afecte lo menos posible a los pasajeros y los servicios de alta velocidad previstos puedan operar con normalidad.

El plan diseñado por Adif y Renfe para liberar la vía afectada incluye la división del tren en varias piezas, que serán extraídas del túnel de forma progresiva. Esta operación, diseñada para restablecer la operatividad de las vías afectadas en el menor tiempo posible, representa un “esfuerzo técnico y logístico sin precedentes en el ámbito ferroviario” y prioriza la seguridad tanto de los pasajeros como del personal involucrado.

La investigación continúa

La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) está trabajando para esclarecer las causas que provocaron dicho descarrilamiento, por qué se desenganchó el convoy, por qué no frenó y si iba a chocar contra otro tren, provocando males mayores. Según lo relatado por la CIAF, el tren partió de La Sagra con destino a los talleres de Fuencarral, donde se repararía el vagón que iba remolcado por estar averiado.

La unidad circuló por el túnel de alta velocidad de Atocha a Chamartín, pero “a la entrada de la estación de Chamartín la unidad de cabeza (remolcadora) sufrió un fallo de tracción que le impidió subir la rampa de entrada a la estación”. Para superar dicho obstáculo, el maquinista y el puesto de mando acordaron retroceder para que el tren tomase impulso, pero “mientras se preparaba esta maniobra, la unidad de tren averiada (la remolcada) se soltó de su enganche y comenzó a derivar túnel abajo sin frenos, sin batería y con dos técnicos a bordo”.

Finalmente, la unidad se detuvo aproximadamente en el punto kilométrico 7.000, según el resumen de la CIAF, que describe que, aunque no hubo víctimas mortales ni heridos graves, existieron “daños serios, tanto en la unidad accidentada como en la infraestructura del túnel”, de ahí la dificultad de extracción del tren.

Explicaciones de Óscar Puente

El pasado martes el ministro de Transportes, Óscar Puente, explicó que fue un trabajador de Adif el que tomó la decisión de descarrilar el tren porque circulaba sin control y había riesgo de que llegase a Atocha. Según algunos sindicatos el tren hubiera impactado contra otro convoy de Iryo, aunque Puente aclaró que él no sabía “que hubiera ningún tren en ese momento con el que potencialmente pudiera chocar”.

Ante las acusaciones, fuentes de Iryo han asegurado a LA RAZÓNque ninguno de sus trenes estaba en la trayectoria del convoy accidentado y que, por tanto, no hubo ninguna situación de peligro.