Final de la Copa del Rey
El desquite de Nico Williams con el título de Copa del Athletic un año después de tener que cerrar sus redes sociales
El extremo fue decisivo en la histórica Copa del Athletic y nombrado el MVP de la final ante el Mallorca. Hace un año cerró sus redes por los insultos que recibió por los goles que falló en semifinales contra Osasuna
La Copa que el Athletic Club conquistó en La Cartuja ante el Mallorca, en los penaltis, en una noche angustiosa, dio paso a muchos momentos para el recuerdo. Por un lado, el de Iker Muniain señalando a De Marcos con el trofeo en la mano y diciéndole que lo iban a levantar los dos. Llevan media vida juntos en el vestuario, habían perdido cuatro finales y esta vez les tocó estar por fin en el lado de los campeones.
También está la imagen de Ernesto Valverde con las manos en la cabeza justo después de que Berenguer anotara el penalti definitivo. La alegría de un entrenador muy reservado de puertas afuera y muy querido de puertas adentro. "Este título no tiene comparación con ningún otro. Supone algo especial por el tiempo que llevábamos persiguiéndolo, por las finales perdidas, por lo que supone la Copa para el Athletic", explicó.
Con el Barcelona ganó Ligas arrasando y también una Copa y llegó un momento en el que él mismo tenía que reivindicar el valor que tenía, ya que en la Ciudad Condal parecían no dárselo, porque en Europa el equipo caía de forma estrepitosa. Con el Olimpiacos también conquistó todas las competiciones locales. "En Grecia cuando ganábamos me iba a comer algo con una cerveza en un bar perdido de Atenas y el dueño decía: ‘¿Qué hacéis aquí?'", desveló. Con el Athletic, en su segunda etapa en el banquillo (esta es la tercera) también levantó una Supercopa, contra el Barça de Luis Enrique que fue campeón de los otros cinco títulos, pero la Copa es diferente, es lo que en Bilbao se llevaba esperando desde hace 40 años. "Nos hemos quitado un lastre", decía Iribar, la leyenda del conjunto de San Mamés, en Radio Euskadi. Él, como tantos otros, lloró. Lloró la afición y lloraron casi todos los jugadores. No pudo reprimir el llanto Nico Williams, que tuvo un abrazo con su hermano Iñaki que duró unos segundos eternos, mientras el pequeño le decía al mayor: "Te lo mereces". Es, sin duda, su Copa.
Iñaki cogió un avión a toda prisa en enero, después de la eliminación de Ghana de la Copa de África, para llegar a Bilbao y estar disponible para el partido de cuartos contra el Barcelona... Salió en la segunda parte y marcó el tanto que adelantó a su equipo en la prórroga. El protagonista de la final fue Nico, el hombre más peligroso, iluminado en la acción que permitió a Sancet empatar el partido en la segunda parte. Fue el MVP. También tenía una espina clavada. El año pasado el Athletic se quedó en las semifinales ante Osasuna y él pudo desequilibrar la balanza. No se le ha olvidado. "Tuve dos ocasiones que no pude convertir y nos quedamos a las puertas de la final", recordó sin que le preguntaran. Era una espina que se ha sacado y que le hizo ser presa de la vida moderna: los insultos que recibió a través de las redes sociales le obligaron a cerrarlas temporalmente. Estamos hablando de un chico que en ese momento tenía 20 años. "Esta vez he hecho las cosas bien. Estoy muy contento de hacer historia, de tener un nombre en el club y espero que disfrute mucha gente", afirmó el extremo, que admitió que ha sido "un camino muy largo".
"Del parque a historias como esta", resumió. "Los dos han sido cuidados de una forma privilegiada", recordaba en este periódico Manolo Larumbe, presidente del Pamplona, donde los dos empezaron a jugar antes de ir a Bilbao. "Tenían grandes apuros y el Pamplona hizo lo indecible. Tenerlos días, llevarlos de vacaciones, buscarlos, traerlos, no pedirles lo que no podían dar y cuidarlos en temas de educación", proseguía Larumbe.
"Siempre he sido el hermano de, pero ya me estoy haciendo mi nombre... Aunque mi hermano ya sabe que le quiero y siempre ha sido mi referente", fue otra de las reflexiones de Nico, que con actuaciones como la de la final se ha revalorizado. Renovó su contrato con el Athletic hasta 2027. Seguro que este verano van a llamar a su puerta. "Yo ahora estoy pensando en disfrutar y en ir a Bilbao", contestó Nico. La gran fiesta será el jueves, cuando la gabarra vuelva a navegar 40 años después.
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