Joaquín y Susana Saboridosiguen recordando su vida en el documental "La penúltima y me voy" de Antena3 y en el último episodio han recordado uno de los momentos más mediáticos de la pareja, cuando salieron en todos los periódicos porque no cabía un alma más en la iglesia. "Fue doblar la esquina y yo no he visto a más gente en todos los días de mi vida", cuenta Susana, que sólo pudo entrar en el recinto acompañada de la Polícia declara la mujer del futbolista. Bueno sí, sí cabía un alma más, porque entró el trofeo de la Copa del Rey."Lopera me decía que cogiera la Copa mientras me estaba casando", ha contado Joaquín, que reconoce además que había gente en su boda que él no conocía y que no estaban invitados, como ese niño lleno de arena que llegó de la playa. "Me estaba casando y veía a un niño lleno de arena de la playa y digo, ¿este niño de quién es?", cuenta en el documental, entre muchas risas, el futbolista del Betis.

En el documental se están mostrando tal y como son, con las risas que siempre muestra Joaquín, sus ganas de pasárselo bien, pero también como un matrimonio como todos, con sus malos momentos, su rutina con la que se va apagando el deseo, sus enfados y su compañía. También la nostalgia que les llena al ver el vídeo de la boda multitudinaria que con tanto cariño recuerdan.

Las desconsoladas lágrimas de la mujer de Joaquín

Es en ese momento cuando las risas del documental cambian. "Espera, espera que ahora viene el baile con mi primo Antonio y lo quiero ver", dice Susana a Joaquín al ver el vídeo"¿Tu primo ahí baila contigo? Sí, mírale qué pena de él", cuenta Joaquín, mientras Susana al ver a su primo se lleva las manos a la cara, triste y llorando por un recuerdo que todavía le duele.

"Antonio era primo hermano de mi Susana y mi sobrino", narra la madre de la mujer de Joaquín. "Ese niño es que era muy cariñoso y siempre estaba con nosotros y me cuesta mucho trabajo decirlo pero nos llamaron para decirnos que se había matado en un accidente. Fue muy duro la verdad pero son cosas que pasan en la vida". Susana no puede evitar que le lloren los ojos, mientras que Joaquín, en un momento muy especial se acerca a ella y la abraza.

Pero son más numerosos los momentos divertidos, por ejemplo, cuando recuerdan cómo Susana no pudo alargar más el salir a escondidas con Joaquín y tuvo que presentárselo a su madre, que por lo visto habla mucho. Ella pidió conocer al futbolista y según reconocen ambos, fue imposible hacerla callar el día que les presentaron.