La inesperada respuesta a Joaquín de su mujer al pedirle que se ponga un picardías para dormir

Joaquín y su mujer, Susana Saborido, van dejando perlas en el documental de Antena 3‘La penúltima y me voy’, que ha emitido el segundo episodio de la serie. En ella, Joaquín muestra su vida privada cómo nunca lo había hecho, cómo es más allá del campo de fútbol, su vida familiar, sus bromas constantes y la relación que tiene con su mujer, con la que tiene una relación que dura ya 22 años y con la que se casó junto al trofeo de la Copa del Rey que llevó Lopera, el presidente del Betis, a su boda. Una imagen mítica del fútbol premoderno.

Está claro que tras tantos años jugando al fútbol, ocupando portadas y saliendo en los medios casi siempre, Joaquín no se va a cortar porque unas cámaras le estén siguiendo en su intimidad. Eso a él ya no le asusta y si tiene que decirle algo muy privado a Susana, se lo dice, aunque luego sepa que lo va a ver toda España.

Así, tras tantos años de relación, Joaquín, en este segundo episodio de la serie, le ha dejado caer que quizá necesiten algo picante, algo que le de a su relación un cambio, romper un poco con la rutina en la que suelen caer todas las parejas que llevan tantos años juntos. Joaquín, entonces, le dice, mientras están cenando a solas (bueno, con todas las cámaras): "Son 22 años está claro, pero esa chispita hay que tenerla siempre encendida. Y yo te echo de menos muchas veces como mujer, como mi mujer. ¿No puedes venir una noche con un picardías y abrirme la puerta? Esas cositas las echo de menos", se sincera el futbolista del Betis, de 41 años, pero aún con ganas de seguir siendo futbolista profesional.

La respuesta a Joaquín de su mujer que le deja de piedra

Susana Saborido demuestra en su respuesta que tiene el mismo humor que el futbolista y que por eso hacen tan buena pareja""Si yo hago eso tú te tiras al suelo descojonado de risa. Si llevas 22 años viéndome con un pijama de franela", le dice con mucha guasa. Es que además, tiene una teoría contundente acerca de las parejas o matrimonios que usan esas prendas para vestir. Para ella, el amor, la complicidad, lo que sea que hace que una pareja siga tantos años tiene mucho que ver con cómo se ven cuando se van a dormir juntos: "Eso es un matrimonio de verdad: la que se pone un pijama de franela con los calcetines por encima. El matrimonio de picardías dura cuatro años".

Según han contado se conocieron en el bar del padre de ella. Susana ha reconocido que supo de Joaquín en el Mundial de Corea 2002, cuando anularon un gol que clasificaba a España por un pase de Joaquín que, según el árbitro, lo hizo desde fuera del campo. Fue una relación que maduró con tiempo y sin prisa: “Tardó tela, casi me aburro yo también. Tres o cuatro meses hasta que me lancé porque vi que ella estaba por la labor de tener algo más”, ha reconocido el futbolista. Hay muchos chistes, pero también momentos de discusiones: “Los enfados nos duran poco, aunque últimamente nos están durando más. Las últimas discusiones que hemos tenido más importantes han sido referente a la casa nueva. Con la casa nos hemos divorciado 38 veces”, reconocen ambos.

Eso sí, puede que lo del picardías sí que se lleve a cabo: "Pues regálamelo", le ha pedido al final Susana a Joaquín.