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Lobato & Rojas: un díptico de mujeres universales para celebrar diez años

La compañía cumple una década con la reposición de dos de sus obras, 'Julieta & Ofelia; suicidas de toda la vida' y 'Martirio'
'Julieta & Ofelia; suicidas de toda la vida', que termina hoy en la Sociedad Cervantina, es la primera parte de las celebraciones por el décimo aniversario de Lobato & Rojas
'Julieta & Ofelia; suicidas de toda la vida', que termina hoy en la Sociedad Cervantina, es la primera parte de las celebraciones por el décimo aniversario de Lobato & RojasL&R

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La Sociedad Cervantina es un espacio cultural ubicado en pleno corazón del Barrio de las Letras, en el mismo solar donde estuvo la imprenta donde se imprimió la primera edición del Quijote en 1605. En él comenzaron su andadura Aarón Lobato y Julio Rojas, componentes de Lobato & Rojas, y allí han vuelto este mes de noviembre para celebrar su 10º aniversario como compañía. Lo hacen con un díptico formado por dos de sus trabajos más significativos, 'Julieta & Ofelia; suicidas de toda la vida', hasta el día 16, y 'Martirio', del 21 al 30 de noviembre
El primero es una dramaturgia contemporánea a partir de dos personajes femeninos de Shakespeare, para reinventar y reimaginar unas figuras emblemáticas del teatro clásico. Ofelia y Julieta se han suicidado en el escenario más de un millón de veces, ambas despiertan en una morgue, o limbo, donde comparten los detalles de su deshonra, largos reproches y fantasías suicidas. El espectáculo, que supuso su debut como creadores, nació en los laboratorios de escritura de la galería de arte vivo La JUAN Gallery, coordinados por María Velasco y Alberto Conejero y fue estrenado en Surge Madrid de 2018. 
El segundo es un monólogo creado con Alba Enríquez a partir de Martirio, una de las hijas de Bernarda Alba, la más fea, enfermiza, la envidiosa, pero que una vez muerta su madre comienza una nueva vida. Rojas lo escribe en 2021, en el taller 'Hazme un drama', impartido por Carmen Soler de Nuevo Teatro Fronterizo y fue seleccionado como propuesta de estreno para esa edición de Surge Madrid.
Su trabajo creativo ha sido resignificar textos y grandes personajes de la literatura universal
“La Sociedad Cervantina, además de ser el lugar donde comenzamos es también donde nos conocimos y tiene algo de simbólico y nostálgico, la sentimos como nuestra casa”, manifiestan Lobato y Rojas, que vuelven con dos creaciones fundamentales para ellos. “El texto y puesta en escena es el mismo montaje, apenas algún retoque, pero los que hemos cambiado somos nosotros, personalmente, ahora atacamos la interpretación de 'Julieta y Ofelia' desde otro punto, percibimos un crecimiento que nos ha hecho conocer más la obra, estar más relajados y disfrutar mucho de las funciones, creo que los personajes han cobrado más vida, que se están encarnando mejor”. 
Su trabajo creativo de momento ha sido resignificar textos y grandes personajes de la literatura universal, Julieta y Ofelia de Shakespeare, Martirio de 'La casa de Bernarda Alba' o el proyecto de 2019 en La Abadía donde tomaron a Fausto de Goethe en torno a la caída del muro de Berlín, pero, ¿tienen idea de seguir en esa línea? “De momento sí –explica Lobato-, nuestro cuarto trabajo, 'Sodoma', estrenado en el Festival de Otoño, es sobre un capítulo de la Biblia, pero a partir de aquí ya veremos, nos guiamos mucho por impulsos y de pronto hay obras que te hablan, somos, sobre todo Julio, grandes enamorados de la literatura y podemos seguir por ahí, por ejemplo, yo tengo ganas de hincarle el diente a los autores rusos y creo que acabaremos haciéndolo. La literatura universal te aporta historias de personajes con carácter, es un caldo de cultivo fuerte y una base muy sólida, por eso son clásicos, tienen algo inherente al ser humano que nos toca a todos”.
Los papeles entre ellos están definidos, Julio Rojas escribe y Aarón Lobato dirige, “pero la creación es de los dos, en el buen sentido, estamos completamente contaminados uno del otro, yo escribo para la cabeza y la forma de dirigir de Aarón y él me da ideas para escribir una escena o arreglar un diálogo”. En ese aspecto, “somos un ente simbiótico –comenta Lobato–, yo no sé escribir ni traducir las cosas a palabras como Julio, pero tengo mucha capacidad imaginativa para lo visual, en ese sentido nos complementamos, somos una rueda de engranaje perfecto, sabemos trabajar juntos, nuestros puntos fuertes y débiles y hasta donde podemos llegar”. 
Julio Rojas escribe y Aarón Lobato dirige, "pero la creación es de los dos", afirman
Hasta ahora, todas sus creaciones hablan de identidad y de género. “Nos gusta hacer personajes que están en los márgenes, en lo oscuro, que no son los protagonistas de las obras pero dicen muchas cosas y como creadores nos gusta bucear en esos pantanos”. Es el caso de Martirio, “un personaje marginal en la obra de Lorca, se han hecho muchas cosas sobre Adela, la gran víctima de esa familia atroz, pero no de ella, que es retorcida y habla poco en el texto original, pero precisamente por eso nos pareció muy interesante convertirla en protagonista, sacarla de fuera de campo y enfocarla para ver qué puede pasar con ella cuando su mayor restricción, que es su madre, desaparece”, explica Rojas. Y prosigue Lobato. “Quisimos estudiar la posibilidad de preguntarnos, qué pasa con esas hijas cuando desaparece Bernarda, que es un microcosmos en sí mismo, un sol alrededor del que se mueven sus hijas como planetas, ¿qué pasa si desaparece el sol, dónde van a parar esas hijas, qué sentido tienen sus vidas? Son los interrogantes que nos surgieron al trabajar este personaje”.
Como compañía, Rojas y Lobato han creado una estética y una plástica especial. “Para mí, esto es muy importante –comenta el director–, soy un enamorado de la pintura y de la historia del arte, me interesa la fotografía, la arquitectura... todo lo plástico me gusta mucho y en mi puestas en escena persigo la belleza como máxima, pueden pasar muchas cosas feas a nuestro alrededor, pero de repente puede surgir algo bello capaz de detenerte y de hacerte pensar. Pero no solo buscamos belleza visual y plástica, también en las palabras, en una oración, al adjetivar una acción”. 
“Aunque a veces esto puede ser un escollo –apostilla Rojas–, yo defiendo que en la dramaturgia tiene que haber una poética, pero eso hay que encarnarlo, hay que poner a un ser humano hablando y ahí estriba la dificultad, pero creo que de momento parece que lo hemos conseguido”, asegura. “La suerte que tenemos en teatro a diferencia del cine, que es más narrativo, es que es muy lírico, muy poético, te permite hacer lo que quieras con la imagen, soñar sin ceñirte tanto a la realidad, por eso hacemos teatro, porque nos gusta mucho el mundo onírico y de interpelar al espectador con imágenes”, concluye Lobato.
  • Dónde: Sociedad Cervantina, Madrid. Cuándo: hasta hoy ('Julieta & Ofelia') y  del 21 al 30 de noviembre ('Martirio'). Cuánto: 18 euros.