Jo Strømgren espanta los males con Buster Keaton, danza y muchas risas
El noruego llega al Festival de Otoño con 'The Ministry of Unresolved Feelings'
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Asegura Jo Strømgren (Noruega, 1970) que la vida sin giros inesperados "sería aburrida". Él, desde luego, es un buen ejemplo de esos vaivenes de la vida. Lo suyo con el baile fue, dice, "una corazonada" de un día soleado. Reconoce que arriesgó... y le salió bien. Es "feliz" de "no estar en un laboratorio ni atrapado en Rusia": "Quizá la danza ofrezca menos posibilidades de cambiar el mundo, pero al menos he logrado llegar a mucha gente con lo que hago".
El joven Jo se debatía entre la ingeniería química y la lengua rusa; pero todo cambió cuando estudió flamenco en Madrid. ¿Podría dedicarse a la danza en lugar de a la química o al ruso? Echó una instancia al National College of Ballet de Oslo y lo aceptaron. Desde entonces: ha firmado más de 150 piezas de danza y ha alcanzado las más altas cotas de reconocimiento en setenta países.
"La regla principal es no intentar ser gracioso"Jo Strømgren
En lo que respecta a Rusia, explica, "es uno de los países en los que más he trabajado, así que se puede decir que, más o menos, me vengué de mi elección anterior"; y en el caso de la química, "a veces me imagino que estoy en un laboratorio, mezclando ingredientes para crear nuevas sustancias, sólo que ahora son bailarines, música, escenografía, luces, palabras, situaciones...".
Ahora, regresa a Madrid dentro del Festival de Otoño con 'The Ministry of Unresolved Feelings' ('El Ministerio de los Sentimientos No Resueltos'), una pieza de danza en la que la inspiración llegó con Buster Keaton. "Logró transmitir humor y crítica social sin expresiones faciales ni palabras". Para Strømgren, "definió una vía alternativa al humor, cultivada y desarrollada posteriormente por muchos artistas", explica un hombre que también creció con las películas de Jaques Tatí –ese fabuloso Monsieur Hulot–, otro de esos hombres con los que "te ríes, pero es imposible explicar qué es gracioso".
Ese lenguaje tan gestual es el que traslada el noruego al escenario de 'The Ministry...' para hacer reír sin palabras por muy difícil que sea: "No es fácil". Sabe el coreógrafo que "en el mundo no verbal es necesaria una lógica diferente", "pero la regla principal es no intentar ser gracioso. Eso nunca funciona. Mi base es siempre la seriedad, el pesimismo y muchas veces la ira".
No existe lugar en el mundo en el que uno no se pueda desternillar. También con un espectáculo de danza. "En algunos países la danza se ha considerado algo serio y no sé por qué", se sorprende. Su experiencia por el mundo le lleva a afirmar que "el humor es universal, sin importar en qué género se presente". Eso sí, el humor te puede invadir aunque no te rías a carcajadas, defiende: "Los alemanes, por ejemplo, también tienen humor, pero se ríen por dentro", señala un tipo que define sus "shows" como "muy tristes".
No sin sorna, el programa que 'The Ministry...' presentó en su estreno en Suecia hablaba de que este particular ministerio ha "ayudado a miles de personas a llevar una vida normal y que diversos estudios han demostrado que contemplar los tratamientos que se recetan en esta institución favorece la comprensión de los problemas de los espectadores". Se justifica el bailarín: " El postulado del Ministerio es tratar las enfermedades mentales con música y danza, y con la extrema variedad de diagnósticos que existen, los tratamientos de la danza son igualmente diferentes. Incluso tenemos un paciente que necesita baile flamenco para mejorar. Es ridículo, pero los tratamientos en psicología han sido muchas veces así a lo largo de la historia", justifica la Jo Strømgren Kompani a través de veinte cuadros en los que demostrará que la danza y la música puede aliviar, al menos durante un tiempo, las penas del mundo.
"Los alemanes, por ejemplo, también tienen humor, pero se ríen por dentro"Jo Strømgren
–Entonces, ¿son capaces de curar alguna enfermedad o no?
–¡Absolutamente nada! Las enfermedades que presentamos en el programa son muy teóricas, pero si estás abierto a la asociación, no están lejos de muchas de las "enfermedades" que la gente dice tener hoy. El número de diagnósticos para tratamiento psicológico se ha disparado en la última década, reflejando tal vez una necesidad de consuelo y atención en un mundo cada vez más confuso. Pero, por supuesto, esto no es una crítica a las enfermedades mentales. ¿Es más un comentario sobre algunas tendencias en el mundo occidental de encontrar personas o cosas a quienes culpar por su propia insatisfacción o tal vez alienación?
Jo Strømgren pide por favor que, si tiene algún problema, "espero que nunca me envíen al 'Ministerio'". Luego, echa la vista sobre la historia de la psicología, donde dice que "hemos enviado a personas a lugares peores. Las definiciones de salud mental han cambiado radicalmente a lo largo de los años y, aunque nuestro ministerio es una broma, en realidad no está muy lejos de lo que podría pasar. Probablemente, en Estados unidos serían los primeros.
Así, como sucedía con Keaton, los personajes de los bailarines son mudos. La voz de un locutor transmite los casos de los pacientes y un alto cargo responde en un código burocrático al ritmo de músicas como la de la canción 'Ne me quitte pas', de Jacques Brel, o el aria 'Förbi, förbi', de la ópera Eugene Onegin, cantada por Jussi Björling.
- Dónde: Teatros del Canal (Sala Verde), Madrid. Cuándo: 19 y 20 de noviembre. Cuánto: desde 9 euros.