«Los pilares de la Tierra» se cantan

No es fácil sintetizar una novela de 1.000 páginas en un espectáculo musical de casi tres horas, máxime si se trata del género histórico y su argumento está tejido como un tapiz entrecruzado de tramas que se dilatan en el tiempo tanto como las generaciones necesarias para construir una catedral gótica. Una compleja historia ambientada en la Inglaterra del siglo XII, donde la construcción de una catedral monumental sirve de eje central para una saga de amor, muerte, traición, poder y fe. Pugnas feudales, reyes, damas, monjes, caballeros y albañiles, salpicados de intrigas, conspiraciones, ambición, traiciones, luchas de poder y por la supervivencia en un período de caos en plena Edad Media. Este es el nuevo reto de la productora Beon Entertainment, que con Dario Regattieri a la cabeza, y tras producir musicales como «El médico», «El tiempo entre costuras» o «La historia interminable», se atreve ahora con un gigante de los «best seller» como es «Los pilares de la Tierra», de Ken Follett (Cardiff, 1949), del que se habían hecho series televisivas y vídeo-juegos, pero nunca un musical. La partitura lleva la firma, una vez más, de Iván Macías y el libreto es de Félix Amador. Su estreno mundial absoluto será en el Teatro EDP Gran Vía de Madrid, que ha sido acondicionado para acoger una experiencia inmersiva de manera que el público estará sumergido incluso en pleno incendio.

El autor, que ha seguido el largo proceso de adaptación, está encantado. «Cuando he visto esos personajes de carne y hueso he pensado, ¿de verdad escribí todo esto yo? Es tan maravilloso verlo en el escenario que pienso que no fue lo que escribí –ha manifestado Ken Follett en rueda de prensa–. Es un gran momento para mí y para esta historia, que pueda ser transformada en un medio tan distinto y de esta manera, pero siga siendo la misma es fantástico».

Follett, presente en el estreno del musical, decía encontrarse «muy nervioso por si algo sale mal, aunque todo el mundo que lo ha visto parece encantarle de la misma manera que el libro, así que creo que mañana va a ser un gran triunfo para todo el mundo, para toda esta gente y para mí». «Hemos trabajado para que esta adaptación no sea sólo un espectáculo, sino un viaje en el tiempo –significa Dario Regattieri, productor ejecutivo–, por fin tras seis años podemos presentar al mundo un producto 100% español. No somos una franquicia, sino originales, así que nuestros espectáculos no se puedan ver en otros sitios». Con un presupuesto de 4’5 millones de euros, la idea es que el musical no solo se desarrolle sobre el escenario, «para nosotros era fundamental salir fuera de la caja escénica, usando como herramienta la inteligencia artificial (IA), proyecciones 360º y sonido envolvente. Pensamos que todo el teatro quedase convertido en un inmenso escenario, que el espectador se sienta parte del espectáculo desde el principio y vea construir la catedral a su alrededor». Además quieren implementar unas gafas, Global Glasses, «para que el turismo que no entiende español pueda seguir el espectáculo, un dispositivo que muestra subtítulos en varios idiomas en tiempo real y esto amplía las fronteras».

Para el compositor Iván Macías, «nuestro principal reto y exigencia ha sido intentar estar a la altura de la novela, he leído mucho el libro buscando transformar las palabras en emoción, cada nota de la partitura está impregnada de la emoción de la propia historia. ¿Qué pasaría si borramos todas las palabras y nos quedamos solo con la emoción? Ese fue mi punto de partida –manifiesta–, una vez asimilado esto, pensé en cómo transformarla en música primero, para luego recuperar la palabra y construir una dramaturgia que nos ayude a realizar este apasionante viaje». El elenco, compuesto por 27 actores, tiene a Federico Barrios Fierro como director artístico y coreógrafo y a Laurence Aliganga como director musical. El protagonista, Tom Builder, un ambicioso constructor que sueña con levantar esa gran iglesia en el pequeño pueblo de Kingsbridge, es interpretado por Julio Morales. Junto a él, Teresa Ferrer y Cristina Picos encarnan a Aliena, la valiente heroína cuya historia de amor y lucha por la justicia es central en la trama. El reparto incluye también a Alex Forriols en el papel del despiadado William Hamleigh y a Gustavo Rodríguez, que da vida al astuto y ambicioso prior Philip. Además, Javier Ariano (Jack Jackson), Noemi Mazoy (Ellen), Javier Ibarz (Waleran Bigod), Nicolás Colomer (Richard) o Ruth Ge (Elizabeth), en los papeles principales. La enorme labor del vestuario corresponde a Marietta Calderón, que lo ha elaborado de manera artesanal, cosiendo a mano cada pieza como se hacía en la época.

Dice Dario Regattieri lo importante que era para ellos que Ken Follett avalara su proyecto. «Le visitamos en Londres para ofrecerle seguir todo el proceso de cerca y dio plena libertad a los creadores. Ha estado supervisándolo y, para nosotros, su beneplácito era importante, porque es una forma de garantizar la calidad del espectáculo, aparte de una satisfacción y un orgullo enorme. Agradecemos el apoyo y confianza que nos dio en todo momento para que llevemos a cabo este musical sobre la novela más leída en nuestro país».