Confesión

Marta Riesco se abre sobre su relación con Karim Benzema: "Hay aspectos de su carácter que no me terminan de convencer"

La reportera de "Ni que fuéramos" revela cómo fue su efímera relación con el exjugador del Real Madrid.

Marta Riesco
Marta RiescoInstagram

En su más reciente aparición en el pódcast "Fuera de lugar" de Viajes Carrefour, Marta Riesco, la irreverente reportera de "Ni que fuéramos", dejó a su audiencia una serie de revelaciones que, como era de esperar, rápidamente hicieron eco en los medios. Pero fue, sin lugar a dudas, su confesión sobre su efímera relación con el exfutbolista del Real Madrid, Karim Benzema, lo que desató una tormenta de titulares.

Con la franqueza que la caracteriza, Riesco desgranó los pormenores de su vínculo con el astro francés: "Tuve un acercamiento con él. No fue una relación propiamente dicha, ni mucho menos, pero sí nos vimos", aclaró de forma directa. Lo que empezó como un encuentro fortuito en el entorno frenético de El Chiringuito dio lugar a algo que rápidamente adquirió tintes de intriga.

"De estar ahí, día tras día, Benzema se fijó en mí", confesó, añadiendo que, finalmente, el futbolista solicitó su número de teléfono. Un gesto aparentemente trivial, pero con el poder de abrir la puerta a lo inesperado. "Recibí un mensaje que decía: ‘Hola, ¿qué tal? Soy el hermano de Karim’", relató, entre risas. Pero, como suele suceder en las historias más impredecibles, la realidad se distorsionó cuando, poco tiempo después, descubrió que no era el hermano, sino el propio Karim. "Fue un chico muy majo", sentenció, sin perder la compostura, pero con un dejo de distanciamiento en su tono.

No obstante, la reportera fue tajante en cuanto a la naturaleza de su relación con el deportista: "No hubo nada más. Quedamos un par de veces, y se portó excepcionalmente conmigo. Pero debo ser sincera, hay aspectos de su forma de ser que, simplemente, no me terminan de convencer". Una observación que, aunque sutil, deja entrever las complejidades de una persona cuya imagen pública contrasta, en ocasiones, con lo que ocurre tras las puertas cerradas.

Como toque final, Marta compartió una anécdota que, sin duda, mostró el lado más humano y cómico de la situación. "El primer día que me vino a recoger a casa fue muy gracioso", comenzó, desvelando con humor el pequeño tropiezo que marcó el inicio de lo que, para ella, fue una experiencia incómoda. "Me dijo que ya estaba abajo, pero cuando miré por la ventana, no lo vi. Solo vi a un chico frente a mi portal diciéndome ‘hola’. Me llamó y me explicó que era su amigo, quien me llevaría hasta su coche". El toque irónico de la situación no pasó desapercibido: "Me cabreé, me volví a subir a mi casa y le dije que no aceptaría esa situación, como si fuera una puesta en escena para la prensa", rememoró entre risas, aunque dejando claro que, en ese momento, el juego de la exposición mediática no era algo que le interesara en lo más mínimo.

Con una postura decidida y un tono equilibrado entre lo directo y lo reflexivo, Marta Riesco se desmarca una vez más de las expectativas tradicionales, recordándonos que las historias de relaciones que nos cuentan no siempre tienen finales esperados, y que detrás de cada encuentro, siempre hay capas más profundas por descubrir.