¿Cómo se llamaba antes Madrid? El nombre que pocos conocen

Madrid, la vibrante capital española, encierra en sus cimientos una historia que pocos conocen. Antes de ser la metrópoli que conocemos, fue llamada Magerit o Mayrit, nombre que los árabes le otorgaron en alusión a su abundancia de aguas. Esta denominación, que significa “tierra rica en agua”, hacía honor a la riqueza hídrica del enclave mesetario próximo a la sierra de Guadarrama, el mismo que siglos más tarde elegiría Felipe II como sede de su corte, consolidando el ascenso de la ciudad.

La historia de Madrid

La primera evidencia histórica de Madrid data de 865 d.C., cuando el emir Muhammed I ordenó construir una alcazaba en las cercanías del río Manzanares, en la aldea de Mayrit. Este asentamiento, estratégico y próspero, adquirió rápidamente relevancia en la región gracias a la fortaleza y a la protección natural que ofrecía. Su emblema inicial fue una muestra de su geografía: “Fui sobre agua edificada / Mis muros de fuego son / Esta es mi insignia y mi blasón”, una inscripción que honraba sus ríos y murallas.

Hasta 1083, Madrid permaneció bajo control islámico, hasta que Alfonso VI de Castilla tomó la ciudad. Con esta conquista, comenzaron a modificarse sus estructuras religiosas y defensivas: la Mezquita Mayor, ubicada en el área que hoy ocupa la Calle Mayor, fue sustituida por la Iglesia de Santa María, de la cual aún se conservan restos. Muy cerca de ahí, en la Cuesta de la Vega, aún se pueden ver los vestigios de la muralla islámica que rodeaba la ciudadela o almudaina. Según la tradición cristiana, al tomar esta fortificación, los soldados de Alfonso VI encontraron una imagen de la Virgen María oculta en uno de sus muros, acompañada de una vela encendida que habría permanecido así por más de cuatro siglos. Este hallazgo otorgó a la Virgen de la Almudena un lugar especial en el corazón de Madrid.

Tras la conquista, comenzó la construcción de una muralla cristiana, necesaria para reforzar las fronteras y proteger la ciudad en un contexto de enfrentamientos constantes. La construcción de la muralla se prolongó hasta el año 1212, reflejando la inestabilidad de la época y el valor defensivo de la ciudad en plena Edad Media.

Hoy en día, es posible trazar el Madrid medieval a través de un recorrido por diversos puntos históricos, como el Museo Arqueológico Nacional, que exhibe una notable colección de arte visigodo, islámico y medieval, o el Museo Lázaro Galdiano y el Museo del Prado, donde también se pueden contemplar obras de arte renacentista.