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La "generación quemada" reclama su derecho a fracasar

José y sus Hermanas llegan al Canal con un "Concurso de malos talentos" en el que lucharán contra un futuro "angustioso", aseguran
La compañía levantará un centro de bajo rendimiento sobre el escenario de la Sala Verde
La compañía levantará un centro de bajo rendimiento sobre el escenario de la Sala VerdeSilvia Poch

Madrid Creada:

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José y sus Hermanas no están contentos con lo que les rodea; quieren otra forma de vivir. Eso sí, aseguran que ante la realidad no se asustan, sino que se ponen «en alerta». Alejandro Curiel y Gemma Polo –dos piezas de esta familia bien avenida– cuentan que trabajan «desde lo que nos remueve, lo que nos toca los cojones y lo que nos pone en el disparadero». Y en esas, fue la angustia por el futuro lo que les llevó a levantar un Concurso de malos talentos en el que plasmar todas esas preocupaciones. Una pieza que estará en los Teatros del Canal desde hoy hasta el domingo (Sala Verde) y en la que pretenden «desarmar» los discursos y rutinas «que no son resolutivos». Ante un porvenir más que dudoso para esas generaciones, como la suya, que van de los 20 a los 40, apuestan por «activar pensamientos divergentes», «por tomar conciencia», apunta Polo.
Se presentan en Madrid con un particular Concurso escénico que no se entiende si no es desde la absoluta ironía; con todo el sarcasmo del mundo, la compañía tira con bala hacia, entre otros, el individualismo extremo y contra la cultura del esfuerzo. En escena, prometerán muchas cosas, pero la realidad les devolverá todo lo contrario: «Intentamos trabajar una expectativa y acabamos truncándola», sostiene Curiel de un montaje que se divide en tres partes «que siempre acaban en fracaso». Pese a que todo comience con una esperanza, siempre terminan con un incumplimiento. Porque otra de las reivindicaciones de José y sus Hermanas es «el fracaso». El derecho a fallar: «Invitamos a incorporar el fracaso en nuestra rutina, a incorporar las expectativas fallidas. Nos abrimos a la incertidumbre, y no como una posición individualista de dejar fluir la vida, sino entrenarnos para abrazar la incertidumbre. Que no haya ansiedad», explica Polo. Huyen de superhéroes que defiendan el cambio climático o que tumben el patriarcado, «no es eso», ellos quieren cosas más de andar por casa que ayuden en este «despunte» de la salud mental.
Concurso de malos talentos también dispara hacia conceptos como la resiliencia, «una basura», zanjan. «Somos una generación quemada 24/7. Le dedicamos muchas horas a cosas que no sabemos ni para qué son», cuenta un Curiel que encuentra síntomas de agotamiento del sistema en la «confusión» en la que estamos inmersos.
José y sus Hermanas se hacen con la Verde del Canal para mostrar «algo parecido a un espectáculo, un texto de teatro y un lugar de trabajo». Una compañía se entrenará en un centro de bajo rendimiento en el que, cada noche, se desarrollará e investigará a través de herramientas teatrales «maneras de infiltrarse y hacer fracasar, felizmente, el proyecto neoliberal». Se encargarán, sobre todo, de especular sobre la existencia de nuevas relaciones en el amor y los cuidados, en el tiempo que le dedicamos al trabajo y a lo improductivo, y al cómo nos entrenamos para futuros que no conocemos. «Si somos los futuros de nuestros antepasados, es muy probable que no estemos a la altura», anticipan.
  • Dónde: Teatros del Canal, Madrid. Cuándo: hasta el 23 de junio. Cuánto: desde 9 euros.