La Vecina Rubia se pasa al negro con el thriller «Mi querida Lucía»
Después de sumar más de un millón de lectores la autora de la trilogía del «Verano» cambia de registro


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Probablemente recuerden bien lo que hacían ustedes en el verano de 2002, hace 22 años, salvo que sean muy jóvenes. Por aquel entonces seguíamos el Mundial de Corea y Japón donde Ronaldo Nazario se presentó con un peculiar flequillo, y a España la eliminó un pésimo arbitraje en cuartos de final; mientras los adolescentes, dado el boom teconológico, se carteaban a través de los SMS, Messenger y los toques de los Nokia y los Motorola de entonces. De fondo sonaba La oreja de Van Gogh–con Amaia Montero como vocalista– y El Canto del Loco.
Hasta aquella temporada estival se remonta la Vecina Rubia en su flamante novela «Mi querida Lucía», publicada por la editorial Libros Cúpula, en la que una exitosa y popular astróloga y madre soltera, Lucía «Romasanta», se verá en el brete de tomar partido dadas unas amenazas anónimas de un secreto adimirador con la intención de hacerla responsable de unas muertes de personas desconocidas.
Una mezcla de thriller y novela negra, con tintes de «cozy crime», que abarca el análisis de diversas problemáticas sociales y de género de largo alcance, en un tiempo de cambio en el que quien agredía, asesinaba o, al menos, lo intentaba no solía hacerlo de una manera tan premeditada como en el presente.
Un cambio de registro en la cuarta novela de la Vecina Rubia –tras la trilogía del Verano: «La cuenta atrás para el verano» (2021), «Contando atardeceres» (2022) y «La chica del verano» (2023)– que asegura la autora, se debe a que «hay una única constante en la vida que es el cambio». Y abunda: «Después de una narración tan personal como la saga ‘Verano’, sentí la necesidad de seguir poniéndome a prueba como autora en un género tan complejo y apasionado como es el thriller».
«Lejos de acomodarme, he buscado seguir creciendo con una historia sólida e inesperada, que estoy segura de que no dejará indiferente. Creo que cambiar es parte de un proceso que estoy sintiendo como autora», confiesa la Vecina Rubia.
Pese al salto en el género de la novela, la Vecina Rubia se mantiene fiel en «Mi querida Lucía» a su estilo sarcástico e inteligente sin renunciar a su característico humor, por ejemplo en la defensa de la astrología, recordándonos a esa Matilde Urbach, seudónimo tras el que se escondía el primer David Gistau –«Sagitario, te habíamos avisado que tu ritmo de vida no lo soportaría ni una hipotética querida del sultán de Brunei. Ahora te toca camelar al director de tu banco, a tu cónyuge, a tus acreedores y a tu barman de guardia, que no acaban de explicarse por qué teniendo un trabajo hermoso y un sueldo más que digno, no eres capaz de llegar a fin de mes ni con la extra»–, y mediante la crítica metaliteraria a los desmanes del propio género negro: «Es que estoy hasta los cojones de leer las tonterías de las novelas negras y esas mierdas», llega a decir la protagonista de la novela.
Un historia apasionante, psicológica e impredecible hasta el final, que ahonda en la presión que puede soportar una madre en una situación límite a la que le conducen las coacciones sin rostro.
¿Quién es la Vecina Rubia?
No sabemos todavía – ni sabemos si lo sabremos algún día– quién se esconde detrás del seudónimo de la Vecina Rubia, si acaso vive en mi bloque, en el suyo o en de aquel. Lo que sabemos es que detrás de la popular tuitera se encuentra uno de los talentos más sobresalientes de la actualidad, que se ha consagrado entre las autoras más leídas de este país.De hecho, su nuevo libro ya había despachado 25.000 ejemplares antes de ponerse a la venta el pasado viernes 18 de octubre.
Respecto a la decisión de no desvelar su identidad, la escritora comenta que «lo más interesante de ser anónima es que puedes adoptar la imagen literaria que quieras».
Además, en esta ocasión, en un juego metaliterario o de doble espejo, la novelista juega con el doble seuodónimo al ampararse su protagonista Lucía bajo el seudónimo de «Romasanta» a la hora de publicar las predicciones astrológicas o del horóscopo en la revista de para la que trabaja.
Presentación de altos vuelos
El pasado viernes, hasta veinte lectoras afortunadas en un sorteo entre más de 1.000 seguidores de la Vecina Rubia viajaron desde Barcelona hasta Madrid a bordo de un avión de Vueling, para vivir en persona la experiencia de un escape room exclusivo que recrea la acción del thriller.
Esta experiencia literaria única ha permitido convertir el universo lector de la Vecina Rubia en amistades tangibles, grupos de WhatsApp y quién sabe si futuros clubs de lectura.
El escape room de «Mi querida Lucía», de acceso libre, permanecerá en la Plaza Callao de Madrid hasta hoy, martes 22 de octubre.