El renacimiento del español en Guinea Ecuatorial
El castellano en Guinea Ecuatorial se ha fortalecido gracias a la fundación de la Academia Ecuatoguineana de Lengua Española y al proyecto de un Observatorio del Español en África
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Uno tiene la suerte de tener una abuela que se crio en Fernando Poo –la actual Malabo-, la principal isla perteneciente a la entonces llamada Guinea Española, hoy Guinea Ecuatorial. Y digo que soy afortunado, porque gracias a sus historias –como la de que sobrevivió a la picadura de la mosca tse-tsé que la tuvo meses durmiendo- no me olvido, como le pasa al grueso de mis compatriotas –y como me ocurriría a mí en tal caso– de que, en plena África Central, a orillas del Golfo de Guinea, hay un país dibujado con escuadra y cartabón donde hablan español y siguen parte de nuestra cultura.
Nos llegan noticias de este país es a través de los futbolistas, hijos de ecuatoguineanos, que juegan en nuestra Liga. El más reciente y popular caso es el de la estrella de la Selección Española y el F.C. Barcelona Lamine Yamal, de madre ecuatoguineana; o el de su par femenino Salma Paralluelo. También está ahí Alberto Edjogo, más conocido por su faceta como comentarista –ahora en DAZN- y escritor -«Indomable: cuadernos del fútbol africano»- que por la de delantero; pero si echamos la memoria atrás nos topamos con jugadores famosetes como el exmadridista Javi Balboa, el bético pucelano Benjamín Zarandona o Vicente Engonga.
Guinea Ecuatorial es un enclave, un reducto, del castellano –el bronce de Francisco de Quevedo- en la África subsahariana. A finales del siglo XVIII la Corona Española firma un par de tratados con Portugal en el que se intercambian la soberanía de territorios, entre ellos la actual Guinea Ecuatorial. No será hasta un siglo después cuando España tome posesión efectiva de los mismos y lleve su cultura y su lengua en el país. Una república que obtuvo la independencia de España en 1968, mismo año en el que se fija en la Constitución el español como única lengua oficial, aunque en la calle convive con hasta siete lenguas de la familia bantú -destacando el bubi- y con el criollo portugués.
Pero, sin embargo, el idioma castellano se verá amenazado por tres frentes. Cronológicamente, el primero de ellos viene del mandato de Francisco Macías, quien durante su década larga en el poder (1968-79) no valoró nuestro idioma. Luego, la situación geográfica de Guinea Ecuatorial, emparedada entre Camerún y Gabón, países francófonos, hace que la influencia de estos, especialmente a nivel comercial sea notable. De ahí, que tras la entrada del país en el Cemac (Comunidad Económica y Monetaria de África Central), se adoptará el idioma francés como oficial en la constitución en 1984, para facilitar la asimilación cultural en la comunidad y evitar el aislamiento geopolítico.
El tercer factor de amenaza del castellano fue la llegada del inglés. ¿Y cómo aterriza el idioma de Shakespeare en Guinea Ecuatorial? Principalmente a través de las empresas petroleras, en su mayoría estadounidenses, que extraen el oro negro de las minas descubiertas a principios de los 90 en esta república africana, y que han contribuido a la prosperidad económica ecuatoguineana. Un informe elaborado en 2007 de la escritora Gloria Nistal, directora del Centro Cultural del Español de Malabo, para el Instituto Cervantes, analizando el estado del español en Guinea Ecuatorial calculaba que por entonces el 13,7% de los castellanoparlantes hablaban el idioma con fluidez, un 74% lo tenía como segunda lengua y un 12,3% necesitaba alfabetización. Dicho documento concluía que «sería deseable el establecimiento de una Academia de la Lengua Española en Guinea Ecuatorial, que siguiera el modelo que tienen todos los países de habla hispana. Ésta será la única forma de normalizar el uso del español y los localismos muy ricos del español de Guinea».
Dicho y hecho. En octubre de 2013, a instancias del gobierno de Teodoro Obiang, se funda la Academia Ecuatoguineana de Lengua Española, que desde el 19 de marzo de 2016 pertenece a la Asociación de Academias de la Lengua Española. Además, unos años atrás, en 2009, se incluyó a cinco académicos ecuatoguineanos en la Real Academia Española.
En julio de 2022, el Instituto Cervantes organizó en el Centro Cultural de España en Malabo la 15ª tribuna del Hispanismo, dedicada al hispanismo ecuatoguineano. Allí, su director, Luis García Montero, anunció la próxima apertura de un observatorio español en África con sede en Malabo.
Otro informe del Instituto Cervantes, fechado en 2014 y por tanto más actual, a cargo de Antonio Manso y Julián Bibang, concluye que, hechos como la homologación del sistema educativo ecuatoguineano al español, la implantación en todas las carreras universitarias de la asignatura de lengua española como materia obligatoria, el aumento de infraestructuras educativas y culturales o la emisión en castellano de todos los medios de comunicación social «hacen pensar que actualmente se experimenta un renacer del español y del hispanismo en el país».
Y, para acabar, por qué no quedarnos con el último punto, «la emisión en castellano de los medios de comunicación social» y jugar un poco con él. El canal internacional de RTVE llega, y se ve bastante, en Guinea Ecuatorial.