Los municipios piden ayuda para borrar el rastro de la dana en las calles

El pasado 19 de noviembre la Diputación de Valencia y la Generalitat asumieron la responsabilidad de los trabajos necesarios para sacar lodo de garajes, sótanos y huecos de ascensor de la zona de la dana. Las comunidades de vecinos, devastadas por la tragedia que asolaba sus municipios tras la riada, se veían obligadas a contratar a empresas para limpiar sus garajes. Ni era fácil encontrarlas ni tampoco barato.

Hasta 6.000 euros se les pedía por realizar este trabajo. Una cantidad que no todos podían permitirse y que, en muchos casos se sumaba a otras circunstancias dramáticas, como la pérdida de un familiar, de su coche o negocio.

La UME, según apuntan fuentes de la Diputación de Valencia, no puede bajar más allá de la cota menos uno, según marcó un informe del Invassat. Por tanto, esta actuación se hacía imprescindible no solo como medida de apoyo a los trabajos del Ejército, sino también para dar solución a miles de familias.

Acabar con el polvo

La realidad era que tres semanas después de la tragedia, el lodo seguía anegando más de 800 garajes, una circunstancia que suponía un problema de salud pública. Fue este hecho el que justificó poner en marcha esta operación que, con el tiempo, podría ampliarse a cuestiones como la limpieza de las calles. Ni el polvo ni el barro han desaparecido por completo, por lo que se estudia si podría ser replicable, pues así lo demandan los municipios.

Para acelerar los trabajos la Diputación de Valencia dividió por zonas los municipios asignados. Aldaia, Paiporta, Picanya, Massanassa, Benetússer, Sedaví, Alfafar, Llocnou, Massanassa, Albal, Catarroja, Algemesí, la pedanía de La Torre (Valencia), Alaquàs y Algemesí. Se firmaron ocho contratos de emergencia con el objetivo de retirar los residuos con la mayor celeridad posible. 320 operarios y más de cien máquinas se pusieron en marcha. El coste de esta operación suma once millones de euros y la previsión es que los trabajos terminen a finales de este mes. El último informe sobre el estado de los mismos confirma que quedan pendientes 62 garajes.

Los trabajos están divididos en tres fases. Durante la primera se extraen los lodos, después se limpian los trasteros a mano, se procede a desinfectar toda el área y, para finalizar se arreglan las bajantes dañadas.