Tesoros de Federico García Lorca aparecen en venta en París

Aparentemente cuando hablamos de la pareja Yves Saint-Laurent y Pierre Bergé pensamos como es lógico en el mundo de la moda. El primero fue uno de los grandes renovadores de la alta costura desde París durante la segunda mitad del siglo XX mientras que el segundo, desde un segundo plano, se encargó de controlar al gran modisto cuando lo acechaban sus variados demonios internos. Ambos fueron unos grandes coleccionistas de arte, pero también unos exquisitos bibliófilos al lograr crear una de las mejores bibliotecas privadas de todos los tiempos, algo que construyó especialmente Bergé.

Tras la muerte de Saint-Laurent, su pareja y heredero comenzó a vender en subastas algunas de las joyas reunidas durante décadas, algo que continuó también con la desaparición con Bergé. En estos días tiene lugar en Sotheby's de París lo que se ha denominado como el último capítulo de la biblioteca de Pierre Bergé al dejarse en manos del mejor postor más de 200 ejemplares que van desde ediciones de Bocaccio o Goethe a joyas de Apollinaire, Éluard, Nin, Proust, Picabia, Rilke e, incluso, algún libro que perteneció a Picasso. Pero también sorprende la presencia de cuatro primeras ediciones de Federico García Lorca, tres de ellas dedicadas. Son dos copias del “Romancero gitano”, “Poema del cante jondo” y “Oda a Walt Whitman”.

“Romancero gitano” fue publicado en el sello editorial de “Revista de Occidente”, la publicación dirigida por Ortega y Gasset en la que el poeta granadino fue un regular colaborador. El poemario, aparecido en 1928, fue un éxito inmediato, convirtiéndose en el más vendido de los trabajos del gran poeta. Ese reconocimiento se extendió por los países de habla hispana, como lo comprobó cuando entre 1933 y 1934 visitó Argentina y Uruguay. De esa presencia hay rastro en muchos de los libros que dedicó, como el “Romancero gitano” destinado a una lectora llamada Rosita Laura de la que no se sabe gran cosa. Lorca le dibujó dos limones, además de uno de sus característicos personajes en una de las páginas del libro, concretamente en el “Romance del Emplazado”. Lorca en esa misma página incluso corrigió a mano una errata: “por los montes imantados” en vez de “por lo menos imantado” como erróneamente apareció impreso.

En cuanto a “Poema del cante jondo”, que contiene versos de juventud aunque dados a la imprenta mucho más tarde de su escritura, en 1931, el ejemplar que se subasta fue dedicado por el poeta a “mi querido amigo el gran poeta Pedro Mourlane Michelena”. Lorca, al pie de su firma, apuntó que este era “libro de 1921 rescatado en 1931”. Michelena fue uno de los escritores de la llamada corte de José Antonio Primo de Rivera, aunque en los años republicanos también colaboró con medios de ideología opuesta al fascismo como “El Socialista” y “El Sol”. Se desconoce cómo ni cuándo se conocieron Lorca y Michelena, aunque sí es seguro que ambos coincidieran en tertulias como la del Café Lyon, además de tener amigos comunes como Agustín de Foxá.

Pero la joya de esta subasta es “Oda a Walt Whitman”, el poema del ciclo neoyorquino que Lorca editó en edición limitadísima de medio centenar de ejemplares. Se espera alcance los 20.000 euros. El que fue propiedad de Bergé, Lorca se lo regaló a una de sus grandes amigas, Bebé Vicuña, la esposa del diplomático chileno Carlos Morla Lynch, uno de los confidentes del granadino. Además de una cariñosa dedicatoria, Lorca dibujó con su personal estilo el rostro de Whitman, con su característica barba y con quien compartía una misma manera de ver su propia sexualidad.

La subasta tendrá lugar el 28 de octubre.