Cultura

El espectacular pueblo medieval que te traslada hasta una película de Disney

Los calles empedradas y sus joyas arquitectónicas le hacen valedor de ser una de las villas más bonitas de España

Castillo de la localidad palentina de Ampudia
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Quién no ha soñado en alguna ocasión en ser Blancanieves o vivir en uno de los espectaculares pueblos que se inventó Walt Disney. Pues ser uno de los vecinos de esa localización está mucho más cerca de lo que uno se cree. Y es que una de las villas medievales más espectaculares de nuestro país te traslada, por su belleza, a una de esos filmes de dibujos animados.

Y es que Walt Disney siempre buscó localizaciones curiosas con pueblos espectaculares, de una belleza infinita, que le dejaban enamorado en sus continuos viajes. Más o menos tenían las mismas características; viviendas con mucho colorido, calles empedradas, castillos, murallas y una arquitectura muy particular.

Muchas fueron las localizaciones españolas en las que se inspiró para sus películas. Por ejemplo el Alcázar de Segovia sirvió de inspiración a Walt Disney para diseñar el castillo de Blancanieves y los Siete Enanitos, la primera película de animación de Disney estrenada en cines en 1937.

Además de Blancanieves y los Siete Enanitos, otra famosa película de la compañía tomó como inspiración una localización española. En este caso, se trata de un film del universo Marvel: Star Wars. Episodio II. El ataque de los clones, estrenada en 2002. La Plaza de España de Sevilla fue el escenario español en el que se inspiró la película de Disney. En concreto, este emblemático lugar sirvió como paisaje para la ciudad de Theed, capital de Naboo.

Pero muchos son los pueblos españoles en los que se podría haber inspirado Walt Disney para realizar una película. Uno de ellos es del que os vamos a hablar hoy. Se trata de la localidad palentina de Ampudia, que se ubica al sur de la provincia, en la parte occidental a una distancia de 26 kilómetros de la capital.

La villa fue sede episcopal y hubo en ella un convento de Templarios, otro de Agustinos y otro de monjas Claras. Su historia se remonta a la Alta Edad Media y va ligada a los Rojas desde Sancho de Rojas a Francisco de Sandoval y Rojas con el que se crea el Condado de Ampudia.

Sancho de Rojas, obispo de Palencia y arzobispo de Toledo, dona a su sobrino Pedro García de Herrera y Rojas, señor de Salvatierra el feudo de Fuent Pudia a principio del siglo XV. Este consiguió de Juan II privilegio para instituir mayorazgo con la villa. Su hijo, Pedro García López de Ayala colocará los escudos de Herrera, Ayala y Rojas en el pórtico del castillo. Sebastián Miñano lo describe a principios del siglo XIX como villa de señorío en el partido de Campos.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en el partido de Palencia, que en el censo de 1842 contaba con 353 hogares y 1836 vecinos. En la década de los setenta del siglo XX el municipio crece al incorporar a Valoria del Alcor.

El núcleo urbano fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1965 gracias a su gran atractivo y a sus calles porticadas.

Atractivos monumentales de Ampudia

Castillo de Ampudia

Edificación militar y residencial del siglo XV, que durante el siglo XVII perteneció al Duque de Lerma. Hoy día es de propiedad privada y alberga la Colección Eugenio Fontaneda, con restos de arqueología de la zona, armas, juguetes antiguos, etc.

Se trata de una fortaleza que inspira los sueños y fantasías del medievo de todos aquellos amantes de este tipo de patrimonio. Atravesar el foso y alcanzar el patio de armas, una vez flanqueada la gran puerta de acceso del castillo, se convierte en toda una aventura inolvidable para grandes y pequeños. Ubicado al este de la localidad, se emplaza sobre un ligero altozano, pero lo suficiente alto como para otear sobre sus dominios la bella localidad palentina.

Afrontada al este del castillo, la localidad muestra sus mejores galas, destaca sobre el horizonte terracampino la imponente torre campanario de la colegiata de San Miguel, bajo sí, sus calles, plazas, parques y jardines esmeradamente cuidados.

Museo de Arte Sacro

El centro museístico se emplaza en lo que en tiempos fue el antiguo Convento de San Francisco. Cenobio fundado en el siglo XVII por el Duque de Lerma, valido del rey Felipe III. De su antigua edificación queda la Iglesia en planta de cruz latina, con bella decoración mudéjar y enmarcada en el renacimiento tardío. Contaba con claustro, hoy desaparecido, huerta, campo santo y dependencias conventuales. Es por el valor de sus piezas artísticas sin lugar a ninguna duda uno de los museos más importantes de la provincia de Palencia. En su interior se conservan un gran número de piezas escultóricas, pictóricas y orfebres.

Ilustres artistas dejan su impronta en el museo, cabe destacar Tomás de Sierra, Pedro de Ávila o el Maestro de Paredes, son solo algunos de los genios que dejaron su impronta en la villa. Cuenta con importantes y valiosas abras de autores anónimos. El museo guarda también una amplia colección de ropajes litúrgicos, cantorales, cálices, cruces procesionales, vírgenes, báculos, cuadros, muebles, lienzos, crucifijos, candelabros, cetros y muestras de todo aquello que tuvo o tiene que ver con el mundo de la Iglesia Católica y su incidencia en Ampudia. En definitiva, un excelente un museo, de gran riqueza patrimonial, en el que se pueden encontrar obras que se adentran en tiempos primordialmente del siglo XII al XVIII.

Colegiata de San Miguel

Nada más vislumbrar la localidad de Ampudia, destaca sobre la techumbre de su caserío la portentosa torre campanario de la colegiata de San Miguel, conocida en el entorno como la "Giralda de Campos", algo tendrá que ver en dicho sobrenombre su similitud con la torre sevillana... y los 63 metros de afinada altura que despuntan hacia el cielo ampudiano. La torre anota siete tramos, se inicia su construcción en 1540 por Juan de Escalante. A sus pies se alza una edificación que se remonta al siglo XII, pero no alcanza la magnitud de la estructura actual prácticamente hasta el siglo XVI. Esta dilatación en el tiempo, configura en el templo una conjugación de estilos artísticos, que van desde el románico que se aprecia en la basa de su torre, hasta el más pródigo renacentista, pasando antes por su consideración principal, el gótico. El templo se configura en tres naves, separadas por pilares de medio punto que se cubren con bóvedas de crucería estrellada.

En el interior se detecta la mano de grandes artistas de la época, se observa la impronta dejada por Diego de Basoco, Pedro Martínez de la Colina, Esteban Jordán, Alejo de Bahía, Pedro Ortiz el Viejo, Vasco de la Zarza Juan Escalante, Gaspar de Solórzano y seguidores de Gregorio Fernández y Vigarny, un ramillete de ilustres personajes que ensalzan el valor patrimonial de la increíble joya ampudiana, legan a la posterioridad imágenes, relieves, orfebrería y un largo etcétera de piezas de gran valor artístico y cultural.

Pero no se puede salir del recinto sin admirar las capillas de Santa Ana y San Idelfonso, esta última fue adherida al templo en 1512. O el excepcional retablo mayor, que data del siglo XVII, junto a un buen ramillete de retablos de estilo renacentista, plateresco y barroco que aderezan la nave de culto. Además, no puede faltar el habitual órgano de estas tierras de Campos, barroco en este caso, construido en 1779 por Tadeo Ortega, inunda el templo de melodiosos acordes musicales cuando es acariciado por virtuosas manos. Ven y cuéntalo, Ampudia no defrauda.

Monasterio de Nuestra Señora de Alconada

A poca distancia de la localidad de Ampudia, en la carretera que une las localidades de Dueñas y Ampudia, a penas a tres kilómetros, se encuentra el lugar que donde cuenta la leyenda se apareció la Virgen al pastor Marcos. En Ese mismo lugar se decidió construir este Monasterio – Santuario que tanta devoción mariana suscita.

El proceso de su construcción data del año 1219, de origen románico, como todavía podemos ver en la fachada norte. Pero su fábrica actual data del año 1713. Para la construcción del templo, se formó una junta compuesta por representantes del Cabildo Capitular y del Ayuntamiento. El maestro arquitecto fue Fray Justo Antonio Suárez, dominico del convento de San Pablo de Valladolid, a cuyas órdenes trabajaron los constructores.

En un primer momento se pensó en construir un Santuario de mayores proporciones, pero la falta de recursos económicos impidió que pudiera llevarse a cabo. Para su reconstrucción, la patrona: La Virgen de Alconada” se trajo a la Villa y fue colocada en el Altar Mayor de la Iglesia, donde permaneció hasta 1747, año en que fue devuelta al Santuario.

El recinto sagrado, de una sola nave, tiene forma de cruz latina, con cúpula de media naranja en el crucero, y se adorna con cinco retablos. El Altar Mayor, es neoclásico, de madera policromada imitando a mármol. En la parte central está el trono de Nuestra Señora formado por arco de piedra de sillería.

Tradiciones

Una de las tradiciones más emblemáticas de Ampudia es el Paloteo, una vistosa danza que se remonta a tiempos ancestrales. Cada agosto, la villa celebra el Festival de Paloteo y Danza para mantener viva esta centenaria tradición. Otro evento importante es la Feria de San Miguel Arcángel, que se celebra en septiembre y transforma la villa en un vibrante escenario medieval.

Gastronomía

La gastronomía típica de nuestro Municipio, no difiere mucho del resto de los pueblos castellanos: los productos derivados de la matanza, la caza, las sopas de ajo, el lechazo churro….

Además entre los dulces elaborados en la localidad, se pueden destacar los picones y el pan de mosto. Los picones son una especie de rosquilla en forma de pico, de ahí su nombre, elaborados con vino y aceite. El pan de mosto es el dulce Ampudiano por excelencia que poco a poco se va dando a conocer en la capital palentina.