Sociedad

El documental que remueve conciencias sobre la precariedad de los niños en Cuba y su mensaje esperanzador

La Fundación Juntos por una Sonrisa presenta hoy este filme de una hora de duración sobre la labor que realizan en una guardería y en un comedor social de La Habana

El presidente de la Fundación Juntos por una Sonrisa, José Manuel Fernández, con niños del comedor
El presidente de la Fundación Juntos por una Sonrisa, José Manuel Fernández, con niños del comedorJuntos por una SonrisaLa Razón

El Centro de Desarrollo Económico Simón Ruiz de la localidad vallisoletana de Medina del Campo acogerá esta tarde a las seis la presentación del documental “Sembrando Sonrisas: Retratos de esperanza en Cuba”, un filme que se ha grabado durante el último viaje que realizó la Fundación Juntos por una Sonrisa a La Habana con su presidente, José Manuel Fernández, a la cabeza.

La entidad trabaja intensamente para ayudar a los niños en riesgo de exclusión social, y no solo en la provincia de Valladolid, Castilla y León o España, sino también en otros países empobrecidos como es el caso de Cuba.

La Fundación gestiona una guardería en Cuba, donde cada día alimentan a 40 niños. Un país donde la Fundación gestiona también desde hace un par de meses más o menos el comedor de otras dos guarderías en colaboración con el cardenal de La Habana.

En concreto, este trabajo audiovisual, de una hora de duración, muestra esta labor que la Fundación Juntos por una Sonrisa lleva a cabo en la guardería que gestiona en colaboración con las Hijas de la Pasión en la Iglesia de Santa Bárbara, ubicada en el barrio de La Párraga de la capital cubana. Cuenta José Manuel que en ese lugar se ofrece cada día comida y merienda a unos cuarenta niños de entre cuatro y cinco años que viven en situación de exclusión social.

La película da cuenta también de los testimonios de familias beneficiarias así como de los voluntarios de la Fundación, y profundiza en la realidad que atraviesa la isla. "Además de la alimentación desde la Fundación tratamos de mejorar continuamente las instalaciones de la guardería, incluso las propias camas donde descansan los pequeños, además de proveer de medicinas, ropa, juguetes y material escolar para impulsar su desarrollo educativo", señala el presidente de Juntos por una Sonrisa.

En la misma Iglesia de Santa Bárbara, la Fundación presta apoyo a un comedor social, por el que pasan a diario entre 50 y 70 usuarios. "Para muchos de ellos, se trata de su única comida al día", señala Fernández, quien invita a todas las personas interesadas a que conozcan de primera mano esta labor solidaria y las historias de quienes se benefician de ella.

En este sentido, tiene claro que con pequeños gestos "se puede cambiar la vida de muchos niños".

Por otro lado, cabe señalar que la Fundación también dispone de un programa de apadrinamiento para los niños de la guardería por un euro al día y 30 al mes, con el que se asegura que cada niño reciba dos comidas diarias y material escolar durante los dos años de permanencia en el centro.

El Patronato de la Fundación viaja regularmente a Cuba para entregar personalmente los recursos, garantizando así que toda la ayuda llegue a su destino.

José Manuel Fernández, presidente de la Fundación Juntos por una Sonrisa, en el comedor social durante su estancia en La Habana
José Manuel Fernández, presidente de la Fundación Juntos por una Sonrisa, en el comedor social durante su estancia en La Habana Juntos por una SonrisaLa razón

La solidaridad que no cesa

La Fundación trabaja intensamente y colabora con Mensajeros de la Paz del Padre Ángel y siempre está donde hace falta para echar un mano, como hicieron hace tres meses para ayudar a los afectados por la DANA que asoló varios puntos de Castilla-La Mancha, Andalucía y, sobre todo, la provincia de Valencia, en colaboración con asociaciones locales recaudando fondos y coordinando el despliegue de voluntarios de toda España, además de trabajar en tareas de rescate, la limpieza de calles, la atención primaria y el almacenamiento y reparto de alimentos.

La labor solidaria de esta Fundación no para ahí, ya que desde septiembre ofrecen apoyo escolar a menores en Medina del Campo y la comarca, donde entregan 200 bocadillos solidarios al mes a la Iglesia de San Antón, además de financiar iniciativas como Picto Pueblo, para fomentar la inclusión y la accesibilidad en los entornos urbanos, ayudando a personas con dificultades en la comunicación.