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Patrimonio
Los Conjuntos Históricos como motor de riqueza y empleo en los pueblos
Advierten de que estos espacios no pueden convertirse en meros “parques temáticos" y llaman a no expulsar a los ciudadanos de los cascos históricos

La ciudad de Valladolid acoge entre hoy y mañana a alcaldes, ediles, profesionales y técnicos de numerosos municipios de España como Lorca (Murcia), Sigüenza (Guadalajara), Allariz (Orense), Hervás (Cáceres), Madrigal de las Altas Torres (Ávila), San Esteban de Gormaz (Soria), Urueña (Valladolid) o Valderas (León), pero también de Madeira y Almeida (Portugal); de Sibenik (Croacia) y Bérgamo (Italia), para abordar sobre el presente y el futuro de los Conjuntos Históricos en el I Encuentro Nacional de Conjuntos Históricos, que se celebra en el Centro Cultural Miguel Delibes de la capital del Pisuerga.
Un cónclave que inauguraba la viceconsejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta, Mar Sancho, quien destacaba en su intervención la importancia de los 130 conjuntos históricos y 15 conjuntos etnográficos con los que cuenta Castilla y León.
"Un patrimonio, detrás del cual están las personas, que deben convertirse en motores de generación de empleo y de recursos económicos vinculados al turismo", destacaba Sancho, mientras explicaba que desde la Junta no solo se impulsa la preservación y la conservación de los conjuntos históricos, sino también la organización de eventos como este encuentro nacional para poner en valor la labor de los vecinos de cada municipio para mantener y proteger ese patrimonio de generación en generación.
Y es que la mayoría de los municipios que en España gozan de la declaración de Conjunto Histórico se encuentran en el medio rural -seis de cada diez en Castilla y León- y ven en el turismo una opción de supervivencia, "pero no quieren convertirse en parques temáticos o mausoleos", como reconocía David Esteban, alcalde de Medina de Rioseco, para quien gestionar un conjunto histórico requiere un sobreesfuerzo económico y de ideas para que sean elementos tractores y generadores de desarrollo económico.
"Sus habitantes son guardianes y legatarios de un patrimonio que es una oportunidad para tener un proyecto de vida, un negocio con clientes potenciales donde el turismo es la clave y debe ser un motor", decía Esteban.
Por su parte, el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, apuntaba la obligación de las administraciones de preservar el patrimonio, mientras ponía sobre la mesa las ventajas y problemas que los conjuntos históricos generan en aspectos como la movilidad, la peatonalización o la presión turística.
El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, hacía referencia a las once localidades con conjuntos históricos de la provincia: Medina del Campo, Alaejos, Valladolid, Peñafiel, Medina de Rioseco, Rueda, Simancas, Tordesillas, Urueña, Villalba de los Alcores y Montealegre de Campos, y reafirmaba su compromiso y el de la institución provincial para defender y conservar el legado cultural a través de iniciativas como la puesta en marcha de un sistema de control de estacionamiento en las localidades de Urueña, Peñafiel y Medina de Rioseco.
En la inauguración del encuentro también participaba la directora general del Patrimonio Histórico y Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Angels Albert, quien admitía, sin tapujos, que seguramente no habrá recursos para atender a todas las necesidades existente en estos espacios, si bien apelaba a la "complicidad" de todos los actores implicados, cada uno desde su lugar, para lograrlo.
"Lo primero es sensibilizar a los ciudadanos sobre la necesidad de defender lo que es nuestro como seña de identidad y elemento de beneficio económico", decía Albert, quien dejaba claro que una de las medidas es "no expulsar" a los ciudadanos de los cascos históricos, "porque estos deben ser visibles para mayores, jóvenes, niños y para que no sean mausoleos".
Asimismo, aseguraba que las administraciones públicas, cada una desde su parcela, deben contribuir a todo ello, como el Gobierno a través de las ayudas inscritas en el programa del 2% Cultural, pero también los propietarios privados de los bienes patrimoniales situados en esos conjuntos protegidos, con derechos y obligaciones, con el reto de que estos pueblos y ciudades sean vivos y sostenibles.
Estos desafíos son la prospección de la economía del patrimonio, el fortalecimiento de la imagen como conjunto turístico y las buenas prácticas compatibles con la protección del patrimonio histórico y artístico.
"Hay que dar voz a quienes dan vida a sus territorios pero necesitan ayuda, recursos y compartir soluciones desde la cercanía, el compromiso, la lealtad y las ganas de mejorar", finalizaba David Esteban.
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