Más datos sobre el joven aragonés que, según Forbes, se coloca entre los 100 más creativos en los negocios de nuestro país

“Cuando era niño, solo quería inventar cosas, desmontar juguetes y juntar cables sin mucho sentido, soñando con crear algo nuevo. Muchas veces me dijeron que lo mío eran ‘ocurrencias’, que debía centrarme en lo importante. Pero aquí estoy, con un reconocimiento de Forbes, demostrando que lo raro, lo loco y lo improbable también tienen su lugar. Este no es solo mi logro, sino el de ese niño que nunca dejó de crear y el de todos los que alguna vez han dudado de si su manera de ver el mundo encaja”, ha compartido Luis Martín Nuez tras su reciente reconocimiento como una de las cien personas más creativas del último año en nuestro país.

Porque el talento de Aragón no para de tener impacto en todo lo que tiene que ver con la innovación y las tecnologías en nuestro país. Desde hoy, este es otro hito más para la tierra. Luis es de Anento y, desde hace muchos años, vecino del barrio más grande de Zaragoza, las Delicias. En la capital del Ebro es donde, desde casi niño, ha impulsado trascendentes iniciativas que hoy por hoy tienen un gran impacto en la mejora de la vida de hasta más de 35.000 personas al año.

Son muchas, pero la más destacable es la que en 2019 le convirtió en fundador de la primera Academia de Inventores del planeta, un lugar en el que niños y niñas, desde los 3 años, pueden ‘jugar’ con la tecnología y aprender a crear en vez de ser solo consumidores pasivos. Su centro fomenta así un aprendizaje fundamentado en la curiosidad o el desarrollo de competencias fundamentales en su futuro, donde el pensamiento crítico y la resolución de conflictos está también en su hoja de ruta.

Convertirse en padre fue el punto de inflexión para crear tan enriquecedor proyecto enfocado a los más pequeños, las nuevas generaciones que serán los inventores del mañana. “Ser emprendedor ya era una montaña rusa emocional, pero ser padre la lleva a otro nivel. Ahora, cada decisión, cada proyecto y cada paso que doy tiene una doble perspectiva: la del presente y la del futuro que quiero dejar. (...) Cuando enseñamos a los niños y niñas a construir algo desde cero, veo una oportunidad de alimentar esa curiosidad innata que todos tenemos al principio y que debemos cultivar hasta el final”, explica en ‘Hoy Aragón’.

Pero más allá de este espacio tan singular que ya cuenta con sedes en Madrid o Valencia, además de Zaragoza, el virtuoso joven maño también es excepcional en la divulgación tecnológica. Todo el mundo le quiere en conferencias o actividades interactivas, pues su presencia y discurso motiva a cualquiera a desarrollar su potencial creativo y, también, empresarial.

También, el hoy presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Zaragoza (AJE) aprovecha muy bien dicho cargo con el que desde hace justo un año no deja de impulsar iniciativas para alimentar el emprendimiento y la materialización de nuevos proyectos en la comunidad autónoma. Su labor está siendo fundamental para que las redes de apoyo entre emprendedores y creadores sean cada vez más sólidas, facilitando algunos recursos y la financiación de tales iniciativas.