Crimen
Este es el modus operandi de los Black Panthers, la banda latina más peligrosa de Zaragoza
Los informes policiales indican que las operaciones de tráfico de drogas, enfrentamientos armados y ritos de iniciación violentos propios de los Black Panthers suceden desde hace 20 años
Los Black Panthers han construido su fama desde hace más de dos décadas y sin embargo, apenas meses que han sido objeto de búsqueda por parte de las autoridades locales. El Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza, en el marco del plan nacional contra grupos organizados, promovido por la Secretaría de Estado de Seguridad desde 2022, abrió una investigación respecto a acusaciones que incluyen delitos graves como tráfico de drogas, tenencia de armas, organización criminal y ritos de iniciación violentos.
Esta banda latina, una de las más conocidas de la ciudad, se fundó en los años 2000. Actualmente, está controlada desde el extranjero por Jefferson M.C., actualmente en un paradero desconocido en Colombia. Cabe mencionar que el liderazgo de M.C. no solo se ejerce en Zaragoza, sino que también se extiende a ciudades como Barcelona y Pamplona mediante vínculos con bandas de crimen organizado similares.
Jerarquía de los Black Panthers
Como la mayoría de bandas latinas o crimen organizado (carteles y mafias), los Black Panthers operan con una estructura jerárquica bien definida, que incluye rangos como "jefes", "lugartenientes" y "soldados". El líder mantiene contacto constante con sus inferiores, Daniel Francis V.A. y Bryan Alexis G.N., en Zaragoza, quienes gestionan las operaciones locales mediante "soldados".
Aunque su bastión original es el barrio de Delicias, la actividad de los Black Panther se ha extendido a zonas como El Gancho y Las Fuentes. Hoy en día, el grupo enfrenta conflictos con otras bandas latinas, especialmente con los Dominican Don't Play, una rivalidad que ha provocado conflictos armados y desplazamientos internos dentro de Zaragoza.
Reclutamiento de menores y ritos de iniciación
Una de las tácticas más preocupantes de esta organización es el reclutamiento de menores para realizar actividades de alto riesgo, como el tráfico de drogas y los enfrentamientos armados. Los jóvenes son obligados a pasar por ritos de iniciación que incluyen recibir palizas de 45 segundos o cometer delitos violentos (probar finura), todo ello para demostrar su lealtad. Con este modus operandi, los líderes de la banda minimizan el riesgo de llevarse penas severas, ya que los menores suelen recibir condenas leves.
El uso de códigos, signos con las manos y expresiones cifradas en las conversaciones telefónicas es otro mecanismo empleado para evitar la detección por parte de las fuerzas del orden. Aunque en el pasado los miembros de la banda se identificaban con bandanas rojas, este distintivo ha caído en desuso para dificultar su identificación por parte de la policía.
Operaciones policiales
La Brigada de Información de la Policía de Aragón intensificó sus esfuerzos contra los Black Panthers en 2022, utilizando intervenciones telefónicas y seguimientos para recopilar pruebas. Las operaciones culminaron en mayo de este año con la detención de una decena de miembros, incluidos varios altos mandos. Tres de ellos se encuentran en prisión provisional mientras continúa la instrucción judicial.
Los abogados defensores han cuestionado la validez de las pruebas y el enfoque "prospectivo" de las pesquisas. Alejandro Giménez, abogado de varios acusados, ha argumentado que las diligencias están basadas en antecedentes policiales y no en pruebas concretas. "Se está buscando delitos de forma anticipada, lo que socava los derechos de los investigados", declaró.
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