Literatura

La Venta de los Gatos, un lugar esencial en la obra de Bécquer que inicia su recuperación

El edificio se pudo perder para siempre, y, de hecho, quienes han peleado por su conservación aseguran haber tenido “miedo de que se convirtiera en un bazar”

SEVILLA (ESPAÑA), 16/03/2025.- Vista del estado actual de La Venta de los Gatos en Sevilla. El Ayuntamiento de Sevilla ha iniciado los trabajos para recuperar La Venta de los Gatos, el histórico edificio que inspiró una de las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, que en 1974 se declaró en ruinas y se quiso derruir, pero el trabajo de “becquerianos” y la administración pública pueden recuperar un lugar esencial en la obra del poeta sevillano. EFE/Fermín Cabanillas
El Ayuntamiento de Sevilla inicia los trabajos para recuperar La Venta de los Gatos, el histórico edificio que inspiró una de las leyendas de Gustavo Adolfo BécquerAgencia EFE

El Ayuntamiento de Sevilla ha iniciado los trabajos para recuperar La Venta de los Gatos, el histórico edificio que inspiró una de las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, que en 1974 se declaró en ruinas y se quiso derruir, pero el trabajo de “becquerianos” y la administración pública pueden recuperar un lugar esencial en la obra del poeta sevillano. El edificio se pudo perder para siempre, y, de hecho, quienes han peleado por su conservación aseguran haber tenido “miedo de que se convirtiera en un bazar”.

Para que no se perdiese, la anterior corporación municipal, presidida por el socialista Antonio Muñoz, sembró el camino de la recuperación que bajo el mandato de José Luis Sanz (PP) se rematará ahora siguiendo la pauta que marcaban, entre otros, la filóloga hispánica y secretaria de la asociación ‘Con los Bécquer en Sevilla’, Pilar Alcalá.

Alcalá lleva años reivindicando que esta venta, levantada hace más de 200 años en lo que entonces eran las afueras de la ciudad, no se tirase abajo por un particular en busca de un beneficio comercial y, al respecto, habla sin tapujos de los “nervios y miedo” que ha pasado, porque pensaba “que en cualquier momento podría venir alguien, comprar la venta y convertirla en una peluquería, en un bar o en un bazar chino, y eso no podía ser”.

“La venta tiene que tener un fin cultural, tiene que ser un lugar dedicado al barrio, un centro cívico donde los vecinos puedan dedicarse a la cultura, donde haya un espacio dedicado a Bécquer”, explica esta experta en la obra del poeta sevillano, que cree que el sitio es ideal para “organizar anualmente alguna actividad en su homenaje, porque fue quien la inmortalizó”.

La hizo famosa en 1862

Y es que, como recuerda, aunque es un edificio que existía desde mucho antes que Bécquer -nacido en 1836-, fue él quien la hizo famosa con su leyenda, publicada en el periódico madrileño ‘El Contemporáneo’ el 28 y 29 de noviembre de 1862, al estilo de Dickens con ‘Grandes esperanzas’, publicándolo por entregas.

Narraba la historia de amor de una pareja en este lugar, donde quienes salían de la ciudad se tomaban un café antes de iniciar el camino o al volver a la urbe: "En Sevilla, y en mitad del camino que se dirige al convento de San Jerónimo desde la puerta de la Macarena, hay, entre otros ventorrillos célebres, uno que, por el lugar en que está colocado y las circunstancias especiales que en él concurren, puede decirse que era, si ya no lo es, el más neto y característico de todos los ventorrillos andaluces".

Cuando finalizó su actividad como venta, el edificio fue abandonado y, posteriormente, cayó en manos privadas, nunca se mantuvo en buen estado, e incluso fue tapado con pintura la placa donada por el marmolista José Suárez Durán en 1928, que recordaba que allí se vivieron “las escenas célebres de fiestas, de amores y tragedias que inspiraron al cisne sevillano, el gran poeta Gustavo Adolfo Bécquer, su famosa leyenda”.

El escaso legado físico del poeta

“En Sevilla tenemos solamente su casa natal, de la que no queda nada, solo una placa en la fachada”, o el convento de Santa Inés, escenario de ‘Maese Pérez, el organista’, explica Pilar Alcalá, que cree que recuperar este edificio “sería como hacer un monumento” al escritor, porque, sobre todo, es “un monumento sentimental que hay que conservar”.

Y es que la venta está en pie de milagro. En 1974, la Comisión de Patrimonio Histórico-Artístico elaboró un informe en el que decidió que debería ser demolida por carecer de valor alguno, pero la llegada de la democracia parece que puso cordura en el asunto.

Tres años después, su fachada fue tapada, “quizás para cubrir la vergüenza del lamentable estado en el que se encontraba el edificio”, que ya era “desgarrador” en 1981. En 2005, la entonces asociación de vecinos Venta de los gatos, hoy desaparecida, pidió al Ayuntamiento que la convirtiera en un centro cultural, pero la administración de Alfredo Sánchez Monteseirín no atendió su petición.

Tras las gestiones de Antonio Muñoz y José Luis Sanz desde la alcaldía, la venta pasó a ser propiedad del Ayuntamiento en 2024 por un importe de 298.090,71 euros, y ahora los técnicos municipales trabajan, de momento, en el levantamiento topográfico de la estructura y la toma de datos, con la intención de buscar la traza original del edificio para establecer las hipótesis de diseño original definidas por el maestro mayor o arquitecto de la época.

Todo ello, para recuperar un lugar que, gracias a Bécquer, inspiró la ópera ‘La Venta de los gatos’, en dos actos, de José Serrano con libreto de los Álvarez Quintero, que se estrenó en Valencia en 1943; una versión para orquesta de Joaquín Turina de 1926 o el cuadro ‘Juerga torera en la Venta de los gatos’, de José Benlliure, de 1935.