Energía
El fin del gas ruso no es un riesgo para el suministro pero sí para los precios, según la AIE
La Agencia de la Energía cree que la demanda global seguirá al alza, un 1,9%
La demanda global de gas, que experimentó un fuerte repunte del 2,8% el pasado año, por encima del ritmo medio de crecimiento entre 2010 y 2020, seguirá creciendo un 1,9%, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Aunque la AIE advierte de las tensiones del mercado, rebaja la incidencia del cierre a comienzos de enero del gasoducto que pasaba por Ucrania y que alimentaba Europa con gas ruso. y destaca en su informe trimestral presentado hoy el apetito de Asia.
El parón de ese gasoducto supondrá una pérdida de unos 15.000 millones de metros cúbicos en 2025, lo que sumado a que las reservas europeas estaban a comienzos de mes más bajas que un año antes (otros 15.000 millones de metros cúbicos), hará que las necesidades de importación europeas en verano sean más importantes.
La demanda europea de gas natural licuado (GNL) en barco podría presionar al alza los precios, que el pasado año bajaron pero siguen por encima de los que había hasta la crisis de 2022.
Sin embargo, en términos estratégicos, el fin de la entrada de gas ruso por Ucrania "no plantea un riesgo de seguridad de aprovisionamiento inminente para la Unión Europea", pero sí puede afectar a su bolsillo, indican los autores del informe.
Caso aparte es el de Moldavia, con una gran dependencia de ese gasoducto, que necesitará apoyo de sus socios para que no le falte aprovisionamiento durante el invierno.
El gas está desplazando en muchos usos al petróleo y a sus derivados no solo para la generación de electricidad, sino también como combustible de barcos y, en particular en China, también de camiones. La AIE considera que esa es una tendencia que va a continuar a medio plazo.
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