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Un obligado aterrizaje en Doha

Con un aeropuerto convertido en un destino en sí mismo, la capital de Qatar se convierte en una parada imprescindible para el viajero

Doha
El skyline de Doha resulta impactante gracias a sus modernos rascacielosDreamstime

«Seguí a mi corazón y terminé en el aeropuerto». Esta inspiradora frase de viaje es perfecta para presentar el destino propuesto hoy: Doha, la capital de Qatar, la perla del golfo Pérsico. Y es que el Aeropuerto Internacional de Hamad de Doha es un destino en sí mismo, de esos en los que hay que «aterrizar» al menos una vez en la vida. Por ello, el primer lugar de visita obligada en la ciudad de Doha es, por doble motivo, su aeropuerto.

Imagine un aeropuerto creado para sorprender, agradar e impresionar al viajero. Así es el Aeropuerto Internacional de Hamad de Doha, no en vano, está considerado de los más lujosos del planeta y la prestigiosa organización Skytrax le otorgó el título de Mejor Aeropuerto del Mundo por dos años consecutivos. Su arquitectura ondulada recuerda a las dunas del desierto y su ambiente tranquilo a un oasis donde relajarse antes o después de un vuelo. Bien merece, cuando se aterriza, unas horas para explorarlo antes de ir a Doha.

Sin duda alguna, se puede decir que conocer este aeropuerto es uno de los alicientes que ofrece Doha como destino por la amplia gama de experiencias que en él se pueden vivir, como, por ejemplo, un agradable paseo por su vanguardista jardín interior tropical conocido como ORCHARD, con 6 000 metros cuadrados. Destacan también sus obras de arte de artistas locales, regionales e internacionales (aquí se encuentra la icónica Lamp Bear de Urs Fischer); el alojamiento en Oryx Airport Hotel, un cinco estrellas que cuenta con un centro de bienestar y fitness que incluye una piscina de 25 metros, gimnasio, spa, simulador de golf y una pista de squash (instalaciones gratuitas para sus huéspedes y a las que pueden acceder los pasajeros en tránsito previo pago del servicio); sin olvidar sus salas VIP, sus múltiples tiendas y restaurantes, así como espacios de entretenimiento y diversión para los niños.

Lo cierto es que la capital de Qatar tiene muchos atractivos de peso para visitarla, su espectacular aeropuerto es solo la bienvenida con la que recibe al viajero. Uno de los más importantes son sus citas anuales a las que acuden personas de todo el mundo. La mayoría se concentran ahora en febrero y marzo, como la celebración del Gran Premio de Qatar de MotoGP 2024 (9-10 marzo), el Festival Internacional de Gastronomía de Qatar 2024 (en esta ocasión celebra el Año de la Cultura de Marruecos 2024), el Doha Tour 2024, un evento que rinde homenaje a la cultura y al deporte de la equitación y, entre otros, la Exposición Internacional de Horticultura con la participación de más de 50 países. Sin duda, estos dos próximos meses son ideales para los amantes del motor, de la gastronomía, de la cultura, del deporte y de la horticultura, y por supuesto, para los amantes del lujo y de las ciudades con encanto.

Lujo y cultura

Pero más allá de su premiado aeropuerto y de sus interesantes eventos internacionales, que indudablemente son un potente imán que atrae a esta espectacular urbe, hay una serie de razones que hacen que, sea la época que sea, merezca la pena realizar un viaje a la capital qatarí. Una de ellas es su seductora combinación entre tradición y modernidad.

Doha
Doha Dreamstime

El lujo es inherente a Doha, y uno de sus majestuosos símbolos que lo atestiguan es la Perla de Qatar, una isla artificial a la orilla del distrito de West Bay de Doha cuyas calles recuerdan más a la Europa mediterránea que al golfo Pérsico. Construida para alojar a los extranjeros y bautizada como la «Riviera Arábiga», se divide en tres áreas: Qanat Quartier, un barrio inspirado en Venecia con edificios de colores, canales y puentes; Porto Arabia, un distrito mediterráneo moderno con yates y restaurantes de lujo; y Medina Centrale, con plazas, jardines y zonas de juego para los niños, además de cafeterías, restaurantes y tiendas.

La impresionante Corniche es otro de los tesoros de Doha más apreciados por locales y turistas. Las suaves temperaturas incluso en los meses invernales hacen que pasear por este paseo marítimo se convierta en una maravillosa experiencia. La legendaria media luna de siete kilómetros está repleta de restaurantes, parques y lugares de interés cultural, como el Museo de Arte Islámico, situado sobre una isla artificial que linda con el Corniche. Considerado la joya de la corona de los museos de Qatar, esta obra está inspirada en la mezquita de Ahmad Ibn Tulun, en El Cairo, y su decoración remite al arte islámico tradicional. El Museo Nacional de Qatar, cuyas galerías interconectadas sumergen al visitante en un viaje visual por el país, es el otro gran museo de la ciudad. Diseñado por el arquitecto ganador del Premio Pritzker, Jean Nouvel, su arquitectura recrea la formaciones de cristal naturales conocidas como «rosas del desierto».

Visita imprescindible es también la Zona Aspire. Además de instalaciones y recintos deportivos de última generación y zonas verdes ideales para escaparse del paisaje urbano, aquí se sitúa The Torch Doha, un hotel de cinco estrellas de 300 metros de altura. Su restaurante Three Sixty, localizado en la planta 47, ofrece una maravillosa experiencia gastronómica y unas inolvidables vistas de la ciudad.

En contraste con el lujo y la modernidad se encuentran encantadores lugares como el zoco Waqif, adentrarse en él es como retroceder en el tiempo frente a los rascacielos que forman el syline de Doha. En sus laberínticas callejuelas se venden todo tipo de artículos y productos de Oriente Medio: desde dátiles, miel, especias… hasta perfumes, joyas, ropa, artesanía, todo ello con música tradicional como telón de fondo e incontables restaurantes y cafeterías con deliciosa comida típica.

Aventuras en el desierto

Todas estas experiencias estarían incompletas sin sumergirse en la magia del desierto que colinda con la ciudad. A poca distancia del bullicio urbano, se extiende un vasto paisaje de dunas doradas y horizontes infinitos, ofreciendo un escenario perfecto para vivir emocionantes aventuras. Descubrir el desierto con paseos a camello es la mejor forma para adentrarse en la serenidad de este entorno único, aunque también puede hacerlo con divertidos paseos en quads. Conecte con la naturaleza de un modo único en un entorno incomparable, donde la majestuosidad del desierto cautiva los sentidos y despierta el espíritu aventurero.

Esta tierra de contrastes, de dunas y rascacielos, de tradiciones y modernidad, que se refleja, por ejemplo, en su premiado aeropuerto, es mucho más que un destino de viaje poco común. La diversidad y lo exótico de Doha es una oportunidad única para aprender y crecer como viajero y persona. Así que, ¿por qué esperar?