Viajes
Aventura «a la americana» sin salir de Washington
Teatro, exposiciones, conciertos… La capital americana atrapa más allá de su impagable magnetismo histórico
¿Quién no ha soñado en algún momento de su vida con visitar la capital estadounidense? Y es que, desde esta icónica ciudad se han tomado decisiones políticas que realmente han cambiado el mundo. Pero más allá de la indiscutible atracción que de ella emana por ser un símbolo de poder, Washington D. C. se revela como un destino lleno de propuestas culturales para todos los gustos, convirtiéndola, junto a su gran magnetismo histórico, en un «must» para todo viajero que se precie.
Por otro lado, no hay que olvidar que en esta época del año la ciudad de Washington resulta irresistible, algo que ha recordado hace unos días el Festival Nacional del Cerezo, una de sus citas más destacadas, a todos los que sueñan con conocerla. Así que, teniendo en cuenta que ahora durante la primavera son meses ideales para viajar a la capital de Estados Unidos, aquí van algunos de los atractivos temporales y atemporales que ofrece.
En su faceta cultural brillan con luz propia el teatro, las exposiciones y los conciertos. Por ejemplo, actualmente en el famoso Museo Smithsonian de Arte Americano, se puede ver de forma gratuita (algo muy habitual en Washington) la exposición «Luchadores por la libertad: William H. Johnson imaginando la justicia», abierta hasta el 8 de septiembre; mientras que en el Museo Contemporáneo de Artechouse es posible disfrutar de «ISEKAI: Mundos paralelos en floración», aprovechan la tecnología para crear experiencias inmersivas inspiradas en el género de anime Isekai.
Dentro del ámbito teatral destaca, entre otros, el clásico de «La pequeña tienda de los horrores» en el Teatro Ford, e incluso el cine tiene su lugar en el Filmfest DC, que comenzó ayer y se alarga hasta el 28 de abril. Por otro lado, en el Proyecto GLOW, un festival que tiene lugar los días 27 y 28 de abril en el recinto festival RFK, habrá música, gastronomía y mucha diversión. Pero lo cierto es que todo esto es solo una muestra de la completa y diversa agenda cultural washingtoniana.
Sumado a estos próximos reclamos temporales, hay toda una serie de lugares que hacen que visitar Washington sea algo más que recomendable para cualquier viajero. Parada obligatoria es la National Mall o Explanada Nacional, donde ver el majestuoso Lincoln Memorial, el icónico Capitolio, el Obelisco de Washington, la estatua ecuestre del General Grant y, cómo no, la mítica Casa Blanca, en la que si se desea entrar hay que hacerlo a través de un tour previamente contratado con mucha antelación. Pero ya se pueda acceder a su interior o no, ¿quién visitaría Washington sin acercarse a su fachada y fotografiarla?
Aunque menos conocidos, en la National Mall se encuentran también el Monumento a los Veteranos de la Guerra de Corea y, entre otros museos de la Institución Smithsoniana, el Museo Nacional del Aire y el Espacio; este último es uno de los más visitados de todo Washington D. C., cuenta con una espectacular colección de aviones históricos y artefactos de la historia de la aviación. Bien merece también una visita el Jardín Botánico de los Estados Unidos, pues se trata de un remanso de belleza natural en plena ciudad.
Georgetown, barrio íntimo y pintoresco
Si bien es cierto que hay otros muchos lugares que ver en la capital estadounidense, como la Biblioteca del Congreso o la propia Catedral Nacional de Washington, hay un barrio con un encanto muy especial que no se puede dejar de ver. Se trata de Georgetown, uno de los vecindarios más pintorescos y con mayor historia de toda la ciudad, no en vano, es el más antiguo de la urbe.
A diferencia de la National Mall, este barrio ofrece una atmósfera más íntima al estar separado del centro. Entre sus atractivos, destaca el puerto Washington Harbour, ideal para dar un paseo mientras observa yates y botes, también se puede alquilar un kayak y recorrer tranquilamente el río. Sobresale la Universidad de Washington, y como curiosidad, a pocos metros de ella hay unas escaleras que reconocerán los fans de «El Exorcista».
Georgetown es también un reclamo para el turismo de shopping. Entre mansiones y casas de antaño, es posible encontrar boutiques locales con prendas y accesorios de reconocidos diseñadores. Y cómo no, los restaurantes están muy presentes, con más de 100 propuestas, hay un plato para cada paladar.
Siguiendo con la ruta por este cautivador barrio, se encuentra Tudor Place, que sirvió como hogar a los descendientes de Martha Washington, nieta de la primera dama estadounidense, durante seis generaciones. Si fuera cuenta con unos bellísimos jardines en los que perderse, dentro alberga un museo muy interesante, desde productos finamente elaborados hasta artículos domésticos, pasando por documentos históricos, como una carta de George a Martha anunciando su nombramiento en 1775 para dirigir al Ejército Continental. Sin duda, visitar esta casa es adentrarse en la historia de Estados Unidos.
Como contraste a la arquitectura propia de este barrio, sorprende encontrarse con la Casa de Suecia. Este contemporáneo edificio, ejemplo maestro de la arquitectura escandinava moderna, alberga las embajadas de Suecia e Islandia. En ella se suelen hacer eventos y exposiciones. Pero si además se desea una experiencia relajante, descubrir uno de los muchísimos salones y spas que hay en Georgetown es el plan ideal para terminar el día.
Para finalizar, una última recomendación, pues merece la pena visitar el Cementerio Nacional de Arlington. Aunque teóricamente al cruzar la orilla oeste del río Potomac, ya se está en Virginia, este cementerio es uno de los lugares más emblemáticos de Estados Unidos por su importancia histórica y cultural, sin duda, recorrerlo es un broche perfecto para un viaje a Washington.
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