Estreno

Vuelve Jack Reacher: «Citius, altius, fortius»

Prime Video acaba de estrenar la tercera entrega de la serie protagonizada por Alan Ritchson, basada en los libros de Lee Child

Más rápido, más alto y más fuerte regresa el exmilitar Jack Reacher a nuestras vidas. Y es para bien. El estreno de la tercera temporada de la serie «Reacher» acaba de llegar a Prime Video siguiendo la estela de éxito de las dos anteriores entregas. Protagonizada por Alan Ritchson, la serie nos sitúa al expolicía militar a cargo de la 110, vagando por un pueblo random de Estados Unidos con la ropa que lleva puesta y su cepillo de dientes. Como siempre una injusticia ante sus ojos desencadenará una serie de acontecimientos que le volverán a llevar al ojo del huracán, del que tendrá que salir a puñetazos (otra vez).

Una némesis de altura

Basada en la novela «El inductor» de Lee Child, en la tercera temporada de la serie de acción, Reacher se lanza al oscuro corazón de una vasta organización criminal para rescatar a un informante de la DEA infiltrado al que se le acaba el tiempo. Será entonces cuando se encontrará con un mundo de secretos y violencia, y tendrá que enfrentarse a algunos asuntos pendientes de su propio pasado. Para aquellos que no conozcan al exmilitar le hemos preguntado al actor que lo interpreta cómo se definiría el propio Reacher. «Una maravilla, justo y grande. No sé. ¿Se llamaría a sí mismo? Eso es estúpido. Nunca se llamaría a sí mismo grande. Él es. No sé. ¿Hambriento? Le encanta comer», explica a LA RAZÓN Alan Ritchson. El musculoso protagonista de la serie empieza donde termina cada vez, en un pueblo perdido de la América más profunda (en algún lugar de Maine) intentando que el resto del mundo le deje en paz. Sin embargo, su sexto sentido perfectamente entrenado le avisa de que va a presenciar un secuestro, el del joven Richard (Johnny Berchtold). Tras salvarle a golpe limpio y una buena huida, Reacher se entera de que es hijo del millonario Zachary Beck (Anthony Michael Hall), dueño del imperio de alfombras Bizzare Bazar. Tras este encuentro y una nueva oferta de trabajo forzada, sabemos que el hombretón ha recibido el encargo de la DEA (Administración de Control de Drogas) de infiltrarse en los turbios negocios de Beck, por encargo de un equipo formado por la agente Sarah Duffy (Sonya Cassidy), contrapunto oral perfecto para nuestro socarrón amigo; el agente a punto de jubilarse Guillermo Villanueva, y el novato Steven Elliot (Daniel David Stewart). Entre todos idean un plan para recuperar a una testigo desaparecida en la casa del jefe.

Poco a poco (y golpe y patadas mediante) intentará ganarse la confianza de Beck, padre e hijo, para averiguar que hay detrás del negocio familiar. Pero por una vez tendrá enfrente a alguien más grande y más bruto que él. Su nueva némesis se llama Paulie, como si los 2,18 metros de altura y 153 kilos de peso del actor Olivier Richters se eliminasen con un diminutivo cariñoso. Durante toda la serie el espectador sentirá la tensión de los casi enfrentamientos entre estas dos moles, que tarde o temprano nos salpicarán desde la pequeña pantalla.

Si en la primera entrega conocimos de primera mano cómo es la vida y sentido de la Justicia de Reacher, y en la segunda se nos mostraron sus dotes de mando y un poco de su corazoncito, en esta tercera entrega hay mucho de todo. Quizás menos mamporros, pero más contundentes y algo más de esa sinceridad que nos hará conocer un poco más al comandante de la 110 de la policía militar, que buceará en su pasado para descubrirnos un nuevo enemigo y también su relación con la sargento Dominique Kohl (Maria Robinson). Más humor seco también en estos ocho nuevos episodios, como nos explica su protagonista: «Disfruto del sentido del humor seco que tiene el programa y que tiene ‘Reacher’, pero el programa no es una comedia, pero es agradable». E incluso da pistas: «Diré que hubo un momento en la tercera temporada, en el que me reí a carcajadas viéndolo, y recuerdo leerlo en la página y recuerdo interpretarlo y pensar esto es divertido». A Ritchson le parece curioso poder usar el humor «cuando hay algunos elementos bastante oscuros».

Sin duda esta temporada vuelve a subir el nivel de la ficción, que ha conseguido proclamarse como una de las series favoritas de los espectadores en Prime Video. Ritchson tiene más espacio para la interpretación y nos ofrece varios registros entre tanta testosterona. Además vuelve Neagley (Maria Sten), al menos delante de un ordenador. Las escenas de peleas están más elaboradas y algunos de los secundarios son brillantes sin exagerar. La trama girará varias veces antes de encauzar los dos últimos capítulos que son apoteósicos. Hay «Reacher» para rato, afortunadamente, ya que ha sido renovada para una cuarta entrega.

Actor y personaje, dos seres y un sentido de la Justicia

►Quisimos saber si el concepto de lo que está bien y de lo que está mal eran iguales para Ritchson y para Reacher: «Me enojo rápidamente cuando veo que sucede una injusticia. Puedes llamarlo bipolar. Yo solo lo llamo odiar apasionadamente el hecho de que la gente haga cosas que corrompen y son injustas. Tengo que contenerme porque no vivimos en un mundo donde podamos responder de la manera en que lo hace Reacher, Lo cual es frustrante. Me gustaría ser más como Reacher a veces».